A escasos días del colapso del vertedero provincial, Gersul no tiene acuerdo para tirar la basura
No va más. El viejo vaso de vertidos del vertedero provincial, llamado oficialmente Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de San Román de la Vega, no da más de sí y en un plazo máximo de días, según fuentes de solvencia consultadas por este periódico, no podrá acoger más basura. Y aunque hay un nuevo vaso para acoger la basura que no se puede reciclar, recién construido gracias a la Junta de Castilla y León a través de la sociedad Somacyl, está todavía sin uso y con dudas de carácter administrativo y económico, por lo que todo son carreras para una solución de urgencia.
Gersul mantendrá este martes, según ha podido conocer este periódico, una reunión con la empresa UTE Legio VII que gestiona actualmente el vaso colmatado, pero que no se encarga, al menos de momento, del nuevo vaso de vertido construido por la Junta. Los responsables del nuevo espacio para los desechos son durante los seis primeros meses las empresas Presa Ibáñez, Arcebansa y Geoxa, según figuraba en el contrato de construcción que se adjudicaron por 3,5 millones de euros.
El nuevo vaso no se usa, todavía, por la falta de acuerdo administrativo y económico entre Gersul y las empresas implicadas. El ente público debe negociar los precios que restará a la UTE Legio VII por dejar de gestionar el vaso y sumar el dinero que se llevará quien gestione, de momento sus constructores, la zona de depósito nueva. El viejo vaso ha durado 6 años menos de lo previsto, inicialmente se pensó hasta el 2024, pero ahora la urgencia de que entre en funcionamiento el nuevo es total, ya que en unos días no se sabrá donde depositar la basura sin saltarse la autorización de la planta y caer en una flagrante ilegalidad.
En este momento la empresa que gestiona el vertedero provincial no sabe qué hacer con la basura en cuanto se colmate el vaso de vertido, sin haber recibido ninguna indicación oficial de Gersul en ningún sentido.
A finales del mes de febrero una reunión intentaba dar salida a la caótica situación de gestión en Gersul, que lleva dos años sin presupuestos y finalizó el 2017 sin tener las reuniones de su asamblea que son preceptivas. Sus gestores, encabezados por el vicepresidente de la Diputación y presidente del ente Ángel Calvo, reconocían la situación e intentaban aclarar las enormes dudas sobre cómo se administra uno de los mayores presupuestos públicos de la provincia de León, que ronda los 20 millones de euros. Sobre la mesa se puso una reforma de los estatutos del consorcio para dar salida a algunas cuestiones administrativas, y el acuerdo extrajudicial de 23 millones de euros de un conflicto con la UTE Legio VII por facturas impagadas los años 2009 y 2010.
Gersul ha convocado también para este martes una reunión 'informal' de su órgano de gobierno para abordar el problema y la urgencia de una solución a días de que la basura se desborde de forma real en sus instalaciones.
Una tasa que no llega para cubrir el coste y deuda de las basuras
El conflicto sobre quién gestionará el nuevo vaso es de suma importancia por lo que puede suponer para las arcas públicas del ente, que debate ya sobre cómo pagar el acuerdo extrajudicial sin tener que subir la tasa de las basuras, a lo que se han opuesto el PSOE, IU y la patronal de la Fele. La baja recaudación de la tasa que cobra, en torno a 12 millones en pagos ordinarios y 2,5 en extraordinarios, es insuficiente para asumir sus pagos de gestión y la deuda pendiente.
Hasta el año 2024 la UTE Legio VII tiene contrato en vigor, al menos del transporte de la basura de las plantas de transferencia hasta el vertedero provincial y el tratamiento inicial de la separación de residuos en la planta de San Román de la Vega según la interpretación jurídica habitual. Pero, aparte de estos seis primeros meses ,no se conoce quién se hará cargo de gestionar el nuevo vaso de vertido con el enterramiento de los residuos no reciclables, que depende de Somacyl y no ha hecho pública ninguna decisión sobre gestión propia o concurso con empresas al respecto.
Y de ese factor depende mucho el coste que paga Gersul por gestionar las basuras, debiendo negociar los precios con la UTE Legio VII y quien se encargue de enterrar los residuos y vertidos que se produzcan, denominados lixiviados. La modificación del contrato con Legio VII supondrá un ajuste del canon de inversión, que es lo que cobra a modo de hipoteca la empresa por lo que asumió al construir el CTR en el 2004, de los que faltan todavía por pagar en torno a 10 millones de euros.
La urgencia de un acuerdo económico con las empresas es total en este momento para que la basura de León se tenga que amontonar de cualquier forma, como se hizo en su momento en Santa María del Páramo con un coste millonario. Una situación poco explicable sin poner en entredicho la gestión, ya que el nuevo vaso está listo para recibir residuos. Acuerdo mediante.