El 80% de estudiantes y familias, a favor de reducir la ratio en la vuelta al cole según un estudio de la ULE

imagen de archivo de niños alumnos en un aula

Un estudio de la Universidad de León (ULE), en el que han participado 3.442 familias y estudiantes, dilucida la preferencia por una vuelta al cole, no en turnos alternos como propone el Ministerio de Educación, sino con más profesorado y menos alumnado por aula para poder hacer una enseñanza más personalizada y atender a la diversidad, respetando además la distancia social mientras sigan los efectos de la crisis del coronavirus Covid-19, pero recuperando la cercanía personal y la convivencia emocional.

Los participantes del estudio contestaron una encuesta transversal que, entre otros aspectos, les preguntaba sobre las políticas educativas más adecuadas para finalizar y evaluar el curso escolar y empezar el siguiente en el periodo post-coronavirus. Los resultados parciales, indican niveles de acuerdo favorables con el diseño de planes de recuperación y adaptación del currículum para todo el alumnado (85 por cienti de la muestra); el inicio del curso con actividades dedicadas a abordar pedagógica y emocionalmente la situación vivida (89 por ciento de la muestra), y la mayor presencia de profesorado con menos alumnos y alumnas en aula como medida de resguardo del aprendizaje de todos y todas (91 por ciento de la muestra).

Esta investigación, titulada 'Educar y Evaluar en tiempo de coronavirus', ha sido dirigida por el profesor de la Facultad de Educación de la ULE, Enrique Javier Díez Gutiérrez y coordinada por la profesora de la Universidad de Santiago de Chile, Katherine Gajardo, y en ella se analiza cómo ven las familias y los estudiantes el final de este curso, marcado por un largo periodo de confinamiento por la pandemia en España, y el inicio del nuevo curso escolar 2020/2021.

Frente a la intención del Ministerio de Educación y de las comunidades autónomas de un sistema mixto que combine la escolaridad presencial con la 'online', la comunidad educativa reclama más recursos para cambiar un modelo de educación industrial heredado del siglo XIX. “Esta crisis sí puede ser una oportunidad,-afirman los investigadores-, si se decide, por fin, destinar los recursos públicos al bien común y abandonar de una vez el relato neoliberal de que educar es acumular conocimientos enciclopédicos, alentar la competitividad, el esfuerzo individual y el éxito de los emprendedores”.

“Se trataría, -explican-, de una oportunidad para destinar recursos públicos más que suficientes a una docencia presencial continuada y no intermitente, con una ratio reducida, es decir, lo que siempre debería haber sido para poder desarrollar una educación personalizada, atenta al desarrollo de cada estudiante, con retroalimentación constante y donde se puede atender a la diversidad de una forma realmente inclusiva, prestando las medidas individualizadas necesarias nada más detectar las posibles dificultades de cada alumno”.

Los resultados del estudio muestran que el 76 por ciento de todas las personas encuestadas se manifestaron claramente partidarias de que sus impuestos vayan destinados a reducir el número de alumnado por aula y, por lo tanto, a duplicar los grupos de estudiantes, el profesorado y los espacios escolares (aulas, pasillos, zonas comunes).

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