La empresa de autobuses de León niega las acusaciones de los huelguistas y dice que cumple “escrupulosamente”
La sociedad Autobuses Urbanos de León SA (Alesa), a quien el Ayuntamiento leonés tiene contratada la explotación de los buses de la capital a través de una concesión a la empresa Alsa, niega tajantemente las críticas vertidas hoy por el comité de huelga de los trabajadores, que protagonizan toda esta semana y la anterior una serie de paros para exigir mejoras laborales y del servicio.
En este sentido, Alesa asegura que por su parte cumple “escrupulosamente” todas las condiciones del contrato, al tiempo que y garantiza que “todas las modificaciones han sido aprobadas por los correspondientes órganos de gestión del Ayuntamiento” con transparencia y garantía jurídica, por lo que censura las críticas sindicales e incluso anuncia que se reserva “cuantas acciones legales considere contra sus autores en defensa de la verdad y el honor de la compañía”.
En un comunicado, la compañía mantiene que “todas las medidas de austeridad adoptadas en el contrato a partir del año 2012 fueron aprobadas por mayoría de la representación política del Ayuntamiento de León en cada momento”, con el objetivo de reducir el coste que para el Consistorio suponía el servicio.
Entre esas medidas, recuerda se amplió la edad máxima de la flota, se redujeron tres autobuses al día en las líneas 3, 8 y 11; y además, una reducción del 5% de los costes de personal de Alesa. “Como consecuencia de la reducción del 5% de las retribuciones del personal pactada en el Convenio Colectivo Provincial se redujo en igual medida el importe del pago por parte del Ayuntamiento a Alesa por la prestación del servicio”, afirman. Una situación que Intervención en el Consistorio debería conocer “plenamente”.
Aquellos 'recortes' fueron acompañados por idéntica reducción de lo que el Ayuntamiento pagaba a la compañía, reducción que “continúa en la actualidad y no está en la mano ni es competencia de Alesa retrotraer esta situación”, lamentan.
En otro polémico asunto afeado hoy por el comité de huelga, que aseguraba hoy que el alcalde Silván ha permitido a la compañía un beneficio de un millón anual durante quince años mientras recortaba sueldos, personal, servicios y líneas, Alesa niega la mayor. Los beneficios reales de la concesionaria “distan mucho de los que se han publicado”, afirma la empresa, tildando de “rotundamente falso que sean de un millón de euros” sino en realidad “es una quinta parte de esa cifra, para una inversión de Alesa de más de 8 millones de euros, entre la que incluyen la adquisición de más de 30 autobuses.
Es más, “según consta en el balance de la compañía, a día de hoy muestra unas pérdidas acumuladas superiores a los dos millones de euros desde el inicio del contrato, que Alesa ha paliado con aportaciones de sus socios”. Y además, “las modificaciones de líneas decretadas y ordenadas por el Ayuntamiento en 2017, tuvieron un coste real de 41.000 euros, según consta en acta de Junta de Gobierno Local de 2 de junio de 2017”.
Finalmente, la empresa reitera su “total disposición al diálogo y a llegar a acuerdos que pongan fin a este conflicto” actual.