Carrasco pedirá a Rajoy que solucione el problema de la minería
El pleno monográfico celebrado este martes en la Diputación de León y dedicado al problema de la minería ha estado presidido por la salida precipitada de varios mineros que expresaron en voz alta su disconformidad con lo que estaban oyendo, justo cuando intervenía el portavoz del equipo de gobierno, Jesús González.
Todos los presentes, salvo el diputado leonesista Lázaro García Bayón que no gha asistido, dieron el vito bueno unánime a la moción del PSOE de León, en la que destaca, como tercer punto, el compromiso de Isabel Carrasco de solicitar una reunión inmediata con el presidente Mariano Rajoy, para buscar una alternativa a la situación del sector minero.
En la sesión también se dio el visto bueno unánime a la exigencia de que se cumplan los acuerdos del Plan del Carbón que concluye en este 2012 y que se negocie uno nuevo que permita mirar con cierto futuro mas allá del 2018.
Reproches
El ex alcalde de Fabero Demetrio Alfonso Canedo por parte del PSOE y el portavoz del Equipo de Gobierno Jaime González fueron los encargados de defender las respectivas tesis sobre esta moción, aunque los intercambios de argumentos se limitaron en muchas de las ocasiones a echarle las culpas al contrario.
El portavoz de equipo de Gobierno ha recordado que ha sido durante los mandatos socialistas cuando se han producido las dos primeras marchas mineras, mientras que el diputado socialista ha insistido en que la política de Rajoy condena a todas las comarcas mineras y por tanto a los 7.000 empleos directos y los 14.000 indirectos que generan.
Al final ha mediado la propia presidenta Isabel Carrasco que ha querido dejar claro que nadie le da al PP lecciones sobre cómo se apoya el sector, ha recordado que ya se aprobó una moción en este mismo sentido en el último Congreso Provincial del partido y ha insisitido en que esta moción es la misma que ya en su día puso en marcha la Diputación Provincial, que, además, fue aprobada en otros ayuntamientos de toda la provincia de muy distinto color político.
