La Universidad de León señala como riesgos para su futuro la pérdida de población y las universidades privadas
El nuevo Plan Estratégico de la Universidad de León pone negro sobre blanco el análisis de la institución académica leonesa y sus perspectivas de futuro, que irán hasta el final del mandato de la rectora Nuria González. En él se identifican varios riesgos externos que debe afrontar como son el previsible descenso de estudiantes por culpa del contexto demográfico de León, la competencia creciente de otras instituciones y modelos educativos como las universidades privadas, las futuras exigencias derivadas del cambio del marco normativo y los condicionantes de la financiación, especialmente por la finalización de fondos extraordinarios como los del Plan de Recuperación.
El riesgo derivado de la demografía y el número de estudiantes ya fue uno de los factores que jugaban contra la Universidad de León señalado en el primer Plan Estratégico que aprobó la institución en el año 2006, bajo el mandato del entonces rector Ángel Penas. De aquellas vivían en la provincia de León 488.534 personas frente a los 447.802 del 2024, principal origen de los estudiantes de la universidad leonesa.
Casi 20 años después de aquella alerta la cosa ha ido a peor. La provincia de León sigue, dato a dato del Instituto Nacional de Estadística (INE), en las primeras posiciones de caída poblacional, como ser solo una de la seis que pierde población en el último año debido al envejecimiento de sus habitantes y el escaso atractivo para la migración.
En el curso 2006/2007 el número de matrículas totales ascendía a 13.812, 12.506 correspondientes a los títulos de grado y 1.306 de másteres y doctorado, según los datos recogidos por la Conferencia de Rectores (CRUE). En el curso 2024/2025 las matrículas totales de la Universidad de León eran 11.975, según el propio Plan Estratégico, aunque esta cifra ha mejorado notablemente desde el curso 2020/2021 que apenas fueron 10.703.
Esto significa que si entre el 2006 y el 2024 la población de la provincia de León cayó un 9%, las matrículas universitarias lo hicieron más de un 13% en este mismo periodo, siendo incluso peor en los últimos cuatro años en que ha recuperado notablemente matrículas según sus propios datos. La Universidad de León señala a la demografía como un desafío directo para la captación de estudiantes y señalan que necesita “diseñar estrategias para atraer estudiantes de otras regiones y países”.
Riesgo de universidades privadas
Otro de los factores que la Universidad de León señala como un riesgo para su futuro la posibilidad de más universidades privadas en Castilla y León, que ya tiene cinco universidades de capital privado frente a las cuatro públicas, “ya que representa una amenaza para la ULE en términos de competencia por estudiantes y recursos”.
Esto se produce en un contexto de auténtica burbuja de universidades privadas, solo en la vecina Asturias se proyectan tres pendientes de autorización, y que ha llevado al Gobierno central a presentar una normativa que endurece notablemente los requisitos para la aprobación de estas entidades vinculando a garantías de calidad su aprobación. La ULE advierte en particular que la posible llegada de titulaciones privadas en grados en áreas sanitarias como Enfermería, Psicología y Fisioterapia “añade presión al mercado educativo regional (sic)”. De momento no hay noticia oficial de que ninguna universidad privada pretenda instalarse en León, tras la fallida llegada hace años de la Universidad Católica de Murcia, que buscaba hacerlo con titulaciones relacionadas con la sanidad.
Precisamente la llegada de la titulación de Medicina para el curso 2025/2026, al igual que en Burgos, será un momento importante ya que “incrementa la rivalidad por captar estudiantes en una titulación de alta demanda” y “Esto implica que la ULE debe consolidar su atractivo en esta disciplina para diferenciarse”.
Además de las posibles titulaciones privadas nuevas la ULE considera que “la tendencia creciente en formación online plantea un desafío para las universidades tradicionales, que deben adaptarse a modelos híbridos para mantener su atractivo en un entorno digital”. Un ejemplo de acción contra este fenómeno es el lanzamiento de las llamadas 'Microcredenciales', formaciones especializadas que las universidades han lanzado en los últimos tiempos, entre ellas la Universidad de León.
Sobre lo que no manifiesta temor la Universidad de León, al menos por escrito, es por la tendencia creciente de las comunidades autónomas de que las primeras matrículas de las titulaciones sean gratis. El próximo año lo implementará Asturias, después de que ya lo tenga en marcha Galicia desde hace dos cursos pero algo que la Junta de Castilla y León ha descartado por completo realizar.
La rectora Nuria González señaló a preguntas de ILEÓN no temer por la afectación de esto a la ULE, “Es cierto que las universidades tanto de Oviedo como las universidades gallegas, están muy próximas y supone una competencia, pero también es cierto que también en nuestro caso la Junta de Castilla y León ha ido rebajando las tasas académicas y ajustándolas a precios más bajos”, razona, a pesar de situarse muy lejos de la gratuidad porque, además, esas rebajas de tasas afectan tan sólo a la primera matrícula.
Financiación
La cuestión de la financiación es otro de los asuntos sobre los que incide la Universidad de León como elemento de riesgo, al igual que en el primer plan aprobado en el año 2006. “La excesiva dependencia de la financiación pública debe equilibrarse con una mayor captación de recursos a través de alianzas estratégicas con el sector privado, el desarrollo de proyectos conjuntos con empresas y la diversificación de sus fuentes de ingresos”, señala. Considera que “esta estrategia garantizará la estabilidad económica y permitirá realizar las inversiones necesarias para su crecimiento”.
La financiación de la ULE depende, como el del resto de universidades públicas, de las comunidades autónomas. Esto supone, señala, que “representa un riesgo”. Castilla y León se encuentra en el vagón de cola de gasto por estudiante universitario en España y la baja financiación privada es identificada como una debilidad. Por ello creeo que hay que “Diversificar fuentes de financiación mediante convenios con empresas, captación de mecenazgos y participación en proyectos de I+D+i con inversión privada”.
Además, la Universidad de León se muestra preocupada por el fin de los fondos del plan de recuperación de la pandemia, conocidos como 'Next Generation EU', que señala que han sido una fuente de financiación clave para su modernización y digitalización. “La falta de continuidad de estos fondos podría limitar la capacidad de la ULE para continuar proyectos de digitalización, sostenibilidad e infraestructura iniciados con esta financiación, afectando su modernización”, indican. Por ello, apuestan por acceder a otro tipo de fondos europeos como objetivo para captar y mantener su nivel de gasto e inversión sobre todo en materia de investigación.
Finalmente la Universidad de León advierte que el cumplimiento de su Plan Estratégico pasa porque se cumpla el objetivo de inversión del 1% del Producto Interior Bruto de España en educación universitaria, según recoge la ley LOSU y que actualmente se sitúa en Castilla y León en el 0,75%. Pero, como señala su propio documento, en este asunto, todo depende de la voluntad política de subir la financiación.