El rastro artístico minero que Vela Zanetti dejó como herencia inmortal en La Robla

Mural de la minería en el salón de actos del Centro de Formación Profesional Virgen del Buen Suceso en La Robla

Abel Aparicio

José Vela Zanetti, hijo de un veterinario republicano y de una madre de origen italiano, nació en Milagros (Burgos) en 1913 y falleció en la capital de su provincia en 1999. A muy corta edad, se desplazó con su familia a León, para, posteriormente realizar sus estudios en Madrid, y ya de vuelta a la capital leonesa, Manuel Bartolomé Cossío, conocido de su padre, lo puso en contacto con el pintor José Ramón Zaragoza, siendo Zaragoza uno de sus mayores mentores.

Tras el golpe de estado y el triunfo en la Guerra Civil de los golpistas sublevados, se exilió en América, donde permaneció desde 1939 hasta 1960. Fue en la República Dominicana donde más tiempo permaneció, llegando a superar el centenar de obras pintadas. En 1953, cumpliéndose este año su setenta aniversario, se inauguró en la sede de la ONU el mural realizado por Vela Zanetti ‘La ruta de la libertad’ o ‘La lucha del hombre por la paz’ (Mankind's Struggle for Lasting Peace). Esta obra fue regalada a la ONU por la República Dominicana -de hecho en la web del organismo figura como ciudadano dominicano al tener la doble nacionalidad- y surgió de la primera beca Guggenheim para pintores menores de cuarenta años, que fue concedida a Vela Zanetti para crear este mural.

A su vuelta a España y tras una breve estancia en Milagros, el 19 de enero de 1965 llega a La Robla bajo un encargo de los Salesianos, que eran por entonces los responsables de regir el Centro de Formación Profesional Virgen del Buen Suceso, impulsado por la familia Del Valle, fundadores y propietarios de la Hullera Vasco-Leonesa hasta su quiebra en 2016.

La historiadora Noelia Hernández Tejero recuerda el paso del artista por el centro para realizar sus obras. Vela Zanetti en un principio se instaló en los talleres del recinto y pasado un tiempo, se trasladó con el resto de la comunidad salesiana a los aposentos que hoy ocupa la cafetería. En palabras de Noelia Hernández, “ni Antonio del Valle ni el arquitecto del centro le dieron directrices a seguir. Solo le hicieron los encargos”.

Una de las obras más impresionantes de las realizas por Vela en La Robla es el mural sobre la minería en el salón de actos. “El patrón del cuadro en muchas ocasiones era la luz. Los colores oscuros, apagados, eran un reflejo de lo que él veía en la mina, diferenciando los grises del negro y viendo los frontales como pequeñas luciérnagas”, destaca esta graduada en Historia del Arte. Continuando el recorrido, en el vestíbulo hay un cuadro de La Robla cubierta por un manto de nieva pintado desde la habitación que Vela ocupaba en el complejo y en la Sala de juegos vemos en otra pieza como un minero coloca una puntala. Al lado del minero, otra obra, en este caso religiosa, muestra la figura de San Pedro con las llaves como autorretrato del propio Vela Zanetti.

Continuando con la obra de Vela en La Robla, tal y como se puede ver en el documental Vela Zanetti y Don Bosco, cabe señalar su diversidad artística. En cuanto a cerámica se refiere, la pieza sobre pinturas rupestres hace referencia a las pinturas pictóricas de las cuevas de Altamira. En la torre de la iglesia se puede observar un majestuoso mural del San Martín. Vela, según este documental, no se consideraba practicante, pero sí religioso. “Lo curioso es que Vela Zanetti firmaba todas sus obras menos las religiosas”, añade Noelia Hernández. En cuanto a la sala de juegos, cuatro cerámicas con frases breves adornan este espacio.

En la puerta de madera de la iglesia también dejó Vela Zanetti su impronta y en el interior se puede apreciar un enorme mural de María Auxiliadora. Los apóstoles tienen rasgos indios mexicanos y destaca el blanco del velo que la cubre. “El que está de espaldas, representando a Judas, se asemeja al que fuera jefe de estudios”, señala Noelia, para a continuación señalar que “Zanetti solo firmó este cuadro religioso ya que fue por encargo como regalo para una boda”.

Finalizando la visita guiada Hernández Tejero apunta que “Vela Zanetti está, en parte, no solo olvidado en León, sino en el arte contemporáneo en España”. La obra de Vela en La Robla para esta graduada es clave, ya que “es de los pocos lugares en los que la obra está contextualizada, y eso es un regalo tanto para el visitante como para las personas de La Robla”.

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