14 multas por circular con vehículos a motor en los pantanos secos de Luna y Riaño

Un vehículo circulando por el pantano de luna, captado en un vuelo en helicóptero sobre el embalse seco. / @JesusCalleja

La moda de disfrutar del espectacular paisaje de los pantanos de la provincia de León sin apenas agua, a causa de una sequía pocas veces vista, y el impulso por conseguir una imagen cada vez más viral y perseguida, ha resultado conllevar un elevado riesgo para aquellos que han decidido vivir la experiencia de recorrer su cauce exhausto subidos en un vehículo de motor, en moto o en un todoterreno.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha interpuesto un total de 14 denuncias a otros tantos conductores desde el pasado 28 de agosto por este motivo. Fuentes oficiales confirman que la inmensa mayoría de ellas, 12 en total, se produjeron en el embalse de Barrios de Luna, que a día de hoy conserva apenas un histórico 5,5% de su capacidad total; y las tras dos restantes en el de Riaño.

Con la Ley en la mano, explican a iLeon.com desde la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) -que depende del Ministerio de Agricultura y Pesca Alimentación Medio Ambiente- los pantanos tienen la consideración de cauce público, lo mismo que ocurre con cualquier río o arroyo.

En cualquiera de estos cauces, el uso para baño cuando hay suficiente cantidad de agua está permitido, lo mismo que caminar sobre él o incluso circular con vehículos no pesados, como por ejemplo bicicletas. Precisamente, ayer lunes la propia ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, tuvo oportunidad de pisar personalmente el lecho agotado del embalse leonés en una entrevista realizada por La8 de Radio Televisión de Castilla y León.

Pero “otra cosa son lo daños que provocaría el tránsito con motocicletas o vehículos pesados”, como un todoterreno, añaden desde Confederación. Sin embargo, la capacidad sancionadora no le corresponde a la autoridad de la cuenca, que además no tendría capacidad física de disponer policía fluvial en la zona, sino que recae sobre la Guardia Civil.

Y efectivamente, el Instituto armado ha podido comprobar desde hace varias semanas el mal uso que algunas personas han hecho del cauce público, yéndose más allá de lo permitido en el artículo 50 del Real decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas. Este artículo regula los “usos comunes” admitidos que se pueden hacer “sin necesidad de autorización administrativa”.

En tales casos, están incluidos “beber, bañarse y otros usos domésticos, así como para abrevar el ganado” en el caso de que el cauce lleve agua. Y en situación de cauce seco, como ocurre en los últimos meses en los pantanos leoneses, también se estima que un uso aceptado es un simple paseo o circular en bicicleta. En general, siempre que “no se produzca una alteración de la calidad y caudal de las aguas”, reza el texto.

Sin embargo, la Ley “no ampara el abuso del derecho en la utilización de las aguas ni el desperdicio o mal uso de las mismas”, que es lo que el Seprona aplica a todos aquellos que circulan con vehículos a motor. Especialmente desde que esa 'moda' se ha generalizado, como ya se podía apreciar en el vídeo aéreo captado por Jesús Calleja y que ilustra esta información.

Se trata de una circulación que deja surcos sobre el lecho de las aguas, que puede generar aceites y otros residuos de los combustibles. De hecho, explican desde Seprona, incluso se ha llegado a comprobar la circulación a velocidades peligrosas y en condiciones de riesgo. Es entonces cuando se procede a una multa.

Resulta curioso que el mayor número de las infracciones se hayan multado en el pantano de Barrios de Luna. En éste, los vehículos que han circulado lo han hecho con un mero uso recreativo, mientras que en Riaño no pocos vecinos de ciertos pueblos habitualmente separados por el agua del pantano aprovechan la sequía para acortar distancias muy amplas. Algo que ocurre, por ejemplo, en la antigua carretera y puente de Pedrosa del Rey, que aún se conservan y que se emplean para llegar a valles separados más de 20 kilómetros cuando sí hay agua.

La misma legislación deja una pista del dinero de sanción al que se pueden enfrentar los 14 multados de las últimas semanas: en su vertiente más leve, la cuantía podría ser como máximo de 6.010,12 euros (un millón de pesetas, refleja aún el texto legal), siempre que se considere una infracción leve. Porque si fuera “infracción menos grave”, podría llegar a elevarse hasta los 30.050,61 euros (5.000.000 de las antiguas pesetas).

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