Comienzan las obras para acabar con la curva más siniestra de la provincia, en Villadangos del Páramo

Las máquinas ya trabajan en el nuevo terreno por el que discurrirá la carretera Nacional 120 para poder eliminarse la peligrosa curva.

Carlos J. Domínguez

Uno de los peores puntos negros de tráfico teniendo en cuenta la siniestralidad, el situado en la carretera Nacional 120 (León-Astorga) en el acceso a la localidad de Villadangos del Páramo tiene, por fin sus días contados. Y no porque haya un nuevo compromiso del Ministerio de Fomento, que lleva prácticamente diez años impulsando esta esperada obra, sino porque de hecho las obras ahora sí han comenzado.

El proyecto de eliminación de la peligrosa curva de Villadangos está siendo acometido por una empresa leonesa, Vidal Ferrero, que se alzó con la nueva adjudicación a principios de este mismo año por un importe final de 188.000 euros, respecto a los 241.000 por los que el Ministerio lo había licitado. Y el plazo de ejecución es de seis meses, de manera que si no hay nuevas fatalidades y retrasos estaría eliminado antes de final de este mismo año.

Se pondría fin así no sólo a casi 10 de retrasos y problemas -como la quiebra de una empresa a la que ya se le adjudicó el proyecto tiempo atrás, amén de otra fallida adjudicación anterior- sino a uno de los trazados de carretera que más accidentes ha acumulado, teniendo en cuenta que este eje vertebrador de la provincia en el tránsito entre León y Ponferrada es utilizado diariamente por una media de 20.000 vehículos.

La solución es relativamente simple: aprovechar terrenos disponibles a la izquierda de la salida del pueblo en dirección a León para hacer transitar por ellos un tramo de nueva carretera, que si bien seguirán presentado un trazado en curva será mucho más suave que la peligrosa actual. El proyecto recoge un nuevo arco con unradio de 280 metros, frente a los 80 que tiene el actual, y la calzada contará con arcenes de 2,5 metros a ambos lados de la carretera, pavimentándose de paso una gran parte de la travesía del pueblo, que presenta un mal estado en la actualidad.

El alcalde de Villadangos, Teodoro Martínez, advierte que “si no hay muchos más accidentes es porque es tan peligrosa que casi todo el mundo la conoce ya y entra en ella con todo el cuidado del mundo”. Un regidor que está, ahora sí, “muy satisfecho con este proyecto, que yo personalmente agradezco al actual consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que se preocupó por ello cuando fue subdelegado del Gobierno”.

En principio, las molestias por las obras no serán excesivas para los conductores en estos seis meses previstos de ejecución. A pesar de que el martes de la semana pasada, por ejemplo, se tuviera que cortar alternativamente el tránsito de todos los vehículos, pero en este caso por causa de unas obras de infraestructura eléctrica que tenía que acometer la compañía Unión Fenosa para modificar un razado de línea.

La reforma de curva siniestra será un respiro para los conductores de la N-120 entre León y Astorga, atosigados por la inminente puesta en servicio de un nuevo radar de tramo cerca de Villadangos del Páramo que ya está instalado y en funcionamiento en breve, así como una polémica línea continua de casi 3 kilómetros en el municipio de Valverde de La Virgen, y un estado general del asfalto que deja mucho que desear. Y todo ello con una única alternativa: la autopista de peaje AP-71, una de las más caras de España.

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