Arropado por su familia

Zapatero llegó espléndido a su cita. Derrochaba buen humor y se le notaba a gusto en su tierra. El primer baño de popularidad se lo dio junto a su mujer en su paseo por Ordoño. Se había perdido el estreno de la estación provisional por la crisis Libia en el mes de marzo, cuando tuvo que anular su presencia en el acto de apertura, y hoy tenía que solucionarlo de alguna forma, así que optó por una visita informal.

De allí se fue hasta el Palacio de los Deportes, en el que estuvo arropado por militantes y simpatizantes. Entró saludando a un grupo de mineros que pedían más apoyo al carbón y comenzó su discurso desenfadado con una mención especial al todavía alcalde de Astorga, Juan José Alonso Perandones, que ya ha pasado el relevo a la nueva candidata, Vitorina Alonso.

Pero a pesar de ser el primer acto del presidente del Gobierno en la campaña y de haber elegido a los suyos para irrumpir en ella, Zapatero no consiguió llenar el Palacio de los Deportes de León, donde tuvo lugar el mitin. Para ocupar el vacío, el presidente llegó acompañado de Sonsoles, y en el acto estuvieron también su padre y su hermano. Y Zapatero se mostró muy cariñoso hacia su tiera, a la que tiene planeado volver en un año.

Entre los asistentes, gritos de “no te vayas” o pancartas que rezaban “Vuelve al valle de Ancares, you will never walk alone”.