Eliminación de las barreras a los discapacitados en la ciudad de León

León suspende en solventar los problemas de barreras arquitectónicas.

Habitualmente camino por el centro de León con un buen amigo que necesita la silla de ruedas para desplazarse. Otra amiga tiene un hijo discapacitado físico que vive en San Mamés y hay muchos que viven al otro lado del río, ese lugar olvidado por el Ayuntamiento de cualquier signo político.  A todos ellos les resulta muy difícil desplazarse, las vías y edificios públicos no están adaptados a las personas, es lo que se denomina barreras urbanísticas y arquitectónicas.

Ha habido elecciones el día 28 de mayo. Las ganó el actual Alcalde que seguramente lo seguirá siendo, a él y si existe cambio, a quien lo sea, pero a todos los que componen el Ayuntamiento les dirijo esta carta abierta en nombre de esas personas discapacitadas físicas, psíquicas, mayores, jóvenes con niños, mayores y jóvenes enfermos crónicos o puntuales, o a los que se desplazan a pie a hacer la compra, en resumen de todos los ciudadanos de León.

Tenemos una Ley en la Comunidad Autónoma, que se aprobó el día de San Juan de hace 24 años, de accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas y urbanísticas, regula esta situación que no es otra, que la posibilidad de acceder a todos los lugares posibles, con muletas, con bicicleta, con un carrito de la compra, de niños y con silla de ruedas, con un andador o simplemente caminando. A veces, en León, nuestra ciudad, es imposible o muy dificultoso.

Mientras que se exige a los particulares que sea posible acceder a los edificios a todas las personas, en las obras públicas no ocurre lo mismo. Se hacen obras de reparación de aceras y calles sin tener en cuenta a  esas personas con dificultades físicas o psíquicas, las que tienen niños que se deben de desplazar con carritos, todos los ciudadanos que vamos a comprar, el que va con muletas o tiene una enfermedad respiratoria, cardiopatía o reumática o, se ha roto una pierna, resulta que comprobamos como es imposible hacerlo: en el centro y en los barrios. 

Barreras urbanísticas

Las aceras no están rebajadas en los pasos de peatones, resultando infranqueables la mayor parte de las veces para una silla de ruedas, incluso eléctrica, no digamos si no lo es y es necesaria una persona que la empuje, o una persona con andador, con un carrito de niños o el de la compra, en resumen y en palabras de la Ley: no están adaptados por existir barreras urbanísticas.

El Barrio de San Mamés, me dice mi amiga Teresa que tiene un hijo discapacitado físico desde niño con gran peso, que para llegar a su casa cuando le saca tiene que dar un gran rodeo porque los pasos de cebra cercanos no están rebajados y ella no puede con la silla por la altura del bordillo. Se asfaltan las calles para los vehículos, pero no se piensa en los peatones, los bordillos superan los 2 centímetros, están inadaptados a las condiciones de la vida normal de las personas, cuando se hacen obras no se eliminan barreras y han tenido 24 años para hacerlo; esto no es culpa de un partido o de un alcalde.

Los casos más graves

Quizás el caso más grave de todos es el de la Pasarela de la Condesa, con un gran tráfico diario de personas porque une el Barrio de la Estación, el Barrio de la Sal y el Paseo de Salamanca al Ambulatorio de la Condesa y al centro de León. Solo hay accesibles,  el puente de los Leones y el puente de San Marcos. En medio de los dos, son inaccesibles y están inadaptadas las pasarelas existentes:

  • Uno de ellos, de los que se realizaron cuando se reparó el río, tiene rampa por un lado, pero por el otro sólo escalera.
  • El caso más grave, la Pasarela de la Condesa, el único peatonal con un gran tránsito diario de personas. Todos los vecinos del paseo de Salamanca y del Barrio de la Estación, lo utilizan para pasar y llegar al centro. Se ha comprobado que es inaccesible para silla de ruedas, incluso la eléctrica; con un carrito de la compra lleno, con las mochilas con ruedas de los estudiantes; con los carritos de niños y personas ancianas con o sin andador, o con problemas respiratorios y cardiológicos. La altura  y desnivel es tan grande, que lo convierte en inaccesible e inadaptado; lo que he podido comprobar en todos los casos. 
  • Me dicen los vecinos que se han unido para que la Administración Municipal solucione este problema, recogiéndose más de mil firmas de usuarios de la pasarela, además de ocho asociaciones de vecinos, de discapacitados y otras, con motivo de lo cual se ha abierto expediente en el Ayuntamiento; les han escuchado todos los Partidos Políticos sin excepción, hace ya años, pero que, unos por otros, no se ha ejecutado la obra que permita eliminar estas barreras urbanísticas y arquitectónicas.

Ante esta situación que incumple la Ley 3/98 de 24 de junio de Accesibilidad y Supresión de Barreras, se ha propuesto por la comisión de vecinos a instancia de la que se ha iniciado el expediente municipal, una solución que ya está ejecutada en el puente que une Eras con el Polígono 58, que no es otro que construir una pasarela anexa a la existente, pero totalmente plana y por lo tanto, accesible a todos los ciudadanos, sanos y enfermos, con o sin carritos; si no queremos que se utilicen vehículos de motor, tener una ciudad exenta de emisiones, habrá que ser coherente y adaptar –en palabras de la Ley 3/98 de 24 de junio–, las construcciones y las vías públicas de manera que se eliminen barreras y se puedan utilizar sin peligro por todas las personas.

Así que desde aquí, se lo solicito en nombre de todos los ciudadanos de León, al Ayuntamiento en su totalidad, por coherencia, por salud y porque es su obligación constitucional y legal, que los ciudadanos con o sin discapacidad, puedan caminar por su ciudad sin barreras  urbanísticas y arquitectónicas que se lo impidan. 

El momento de ejecutar estas obras es ahora, no hay excusa posible porque hay fondos europeos y están para eso: adaptar la ciudad al ciudadano.

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