Botiquín para el Camino de Santiago
👉 Viene de la trigésimotercera parte
Evidentemente esa exigencia será menor para las personas que estén acostumbradas a practicar algún deporte o para aquellos que se hayan preparado mejor, pero al final todos en mayor o menor medida sufriremos las consecuencias de un ejercicio tan prolongado. En nuestro botiquín deberemos de llevar lo básico, remedios de primera necesidad y que no pesen mucho, sabiendo que no tendremos problema en encontrar alguna farmacia donde avituallarnos en la mayoría de pueblos que crucemos. Son muchos y variados los problemas de salud que pueden surgir durante el Camino: ampollas, rozaduras, problemas musculares, dolores de todo tipo, malestar de estómago…
A título orientativo, y dependiendo de la salud de cada uno, estas son algunas de las medicinas o remedios que nos pueden ser de mucha ayuda durante el Camino y que cualquier peregrino debería llevar consigo:
- Analgésicos: siempre pueden ser de ayuda para aliviar dolores musculares o en caso de leves insolaciones.
- Compeed, tiritas o apósitos para tratar las ampollas y llagas que puedan aparecer. Esto es indispensable para el peregrino, los Compeed son una marca registrada de apósitos que se han convertido en el mejor aliado del caminante. Es importante ponérselo al notar los primeros avisos de formación de ampollas, para evitar que vayan a más y nos impidan caminar.
- Aguja de coser, hilo y unas tijeritas para tratar las ampollas. Este es el método más tradicional de cura de ampollas. Durante el Camino encontraremos muchas almas caritativas entre los otros peregrinos o entre los hospitaleros que se ofrecerán a hacernos la cura.
- Un antiséptico y desinfectante para tratar posibles heridas que surjan al caminar.
- Alcohol sanitario y gasas esterilizadas, eficaces para la limpieza y protección de heridas
- Vendas para la sujeción de apósitos y para evitar rozaduras.
- Un antidiarreico.
- Un tubo de vaselina para darnos crema en los pies cada mañana antes de calzarse. El pie se deslizará mejor dentro del calcetín y con este pequeño esfuerzo nos ahorraremos muchas rozaduras.
- Crema analgésica antiinflamatoria contra el dolor muscular. Ahora mismo hay una gran oferta de este tipo de cremas que suelen llevar árnica y mentol en cualquier farmacia. Un buen consejo es darnos crema, especialmente en las piernas, todos los días después de la ducha. Nuestros músculos lo agradecerán.
- Repelente para insectos.
- Antihistamínicos tópicos (barra antipicaduras) u orales para calmar las primeras reacciones ante una picadura o en caso de ser alérgicos.
- Crema protectora para el sol. Esto es imprescindible, deberemos protegernos del sol y el viento con una buena crema para evitar quemarnos.
- Crema hidratante para la cara. Después de caminar siempre viene bien hidratarnos la cara. Esto puede parecer una coquetería pero es un hábito que le vendrá estupendamente a nuestra piel.
- Tapones para los oídos. En los albergues solemos asistir a verdaderos conciertos de ronquidos cada noche. Algunos intentan aislarse durmiendo con los cascos, escuchando la radio o algo de música, pero lo más eficaz son unos buenos tapones para los oídos.
👉 Sigue en la trigésimoquinta parte