Cine
Las ocho mejores películas de 2025

Las películas 'Sirat' y 'Weapons'; y abajo, 'Una batalla tras otra' y 'Los domingos'.

Antonio Boñar

Nunca es fácil elegir las mejores películas de entre todo el cine que uno, en parte por requerimientos profesionales pero sobre todo por placer, ha podido ver durante un año. Es realidad nunca es fácil elegir, lo que sea.

La siguiente lista de películas abarca todos los géneros y varias nacionalidades. En ella encontramos títulos que han alcanzado gran éxito de público y el favor de la crítica. Otras en cambio han pasado más desapercibidas pero han calado hondo en este quien escribe. En cualquier caso todas son cine del bueno, pertenecen a ese escogido grupo de películas que perdurarán en el tiempo.

Romería (España) — Carla Simón

Marina viaja a Vigo para conocer a la familia de su padre biológico, que murió de sida, al igual que su madre, cuando ella era muy pequeña. A través de los encuentros con sus tíos, tías y abuelos, la joven intenta reconstruir un relato de sus padres. Carla Simón cierra su trilogía sobre la memoria familiar después de Verano 1993 (2017) y Alcarràs (2022) con esta joya llena de capas emocionales. Realismo mágico para contar realidades más prosaicas.

Una batalla tras otra (Estados Unidos) – Paul Thomas Anderson

Lo mejor del filme es sin duda la firma caligráfica de Anderson, su forma de colocar y mover la cámara hasta encontrar genuinas pinceladas, su forma de cortar esas imágenes y crear una narrativa visual y estilística de autor, la mirada de un auténtico cineasta. Aunque también hay que decir que a toda esta brillantez se suma cierto pasmo ante lo que vemos, una incómoda sensación de estar atendiendo a una fiesta a la que no hemos sido invitados.

El agente secreto (Brasil) — Kleber Mendonça Filho

Deslumbrante thriller político ambientado durante los años de la dictadura brasileña. Cuenta las miserias y abyectas maniobras de poder de los militares con una narrativa compleja pero también hipnótica. Deja ver los hermosos trazos de luz escondidos bajo la oscuridad y el miedo, es cruda pero también tierna. El resultado es una vibrante historia de espías que retrata un país tan excesivo como Brasil. 

Los domingos (España) — Alauda Ruiz de Azúa

Sin duda uno de los títulos del año, una pequeña obra maestra que rezuma honestidad y riesgo, yendo siempre a la contra y apelando a la inteligencia del espectador, planteando incómodas preguntas y agitando dudas. Cinco lobitos (2022) y especialmente la miniserie Querer (2024) ya avisaban del talento de esta cineasta que es capaz de retratar la costumbre con una lucidez apabullante.

La voz de Hind (Túnez) — Kaouther Ben Hania

El 29 de enero de 2024 un grupo de voluntarios de la Media Luna Roja reciben una llamada de emergencia. Una niña de 6 años está atrapada en un coche bajo el fuego en Gaza, suplicando ser rescatada. La historia de esos eternos y desgarradores minutos que dura la llamada es contada con elocuente crudeza. Desde la potencia sonora de esa suplicante voz se crea una irrespirable sensación de dolor ante los crímenes perpetrados en Gaza.

Sirât (España) — Oliver Laxe

Sirât es un poderoso viaje sensorial que sumerge al espectador en una suerte de trance. El sonido constante y envolvente tiene un brutal poder de afectación, es una sinfonía que canaliza con poética precisión todas esas evocadoras y elocuentes imágenes. La belleza de este filme se explica a través de esa hipnótica experiencia visual y sonora que irrumpe en nuestro interior atravesando clandestinamente lo racional para agitar nuestras emociones de manera casi tribal.

Nouvelle Vague (Francia) — Richard Linklater

Cine dentro del cine, Linklater recrea el rodaje de una película tan capital en la historia del cine como Al final de la escapada (1959), de Jean-Luc Godard. El solo intento de evocar a personajes como Jean Seberg, Jean-Paul Belmondo, Agnès Varda o Juliette Greco ya merece todo nuestro respeto. Un homenaje entre la admiración y una cierta ligereza que esquiva posibles trascendencias.

Weapons (Estados Unidos) — Zach Cregger

Todos los alumnos de una misma clase, salvo uno, desaparecen misteriosamente una noche y a la misma hora. Película que sigue las pautas de un género tan manido como el terror de forma impecable, creando atmósferas turbias y llenas de oscuros presagios, sin escatimar en sustos y sin olvidar que esto es puro entretenimiento. Inquietante juguete que te deja sin aliento durante las dos horas de metraje.

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