La carretera N-630 está hecha una pena y Cendón y el Ministro Puente pasan de todo
Si Matías Llorente volviera yo sería su escudero que gran caballero era… Me refiero a que la carretera Nacional 630, en el tramo desde León hasta el comienzo de la provincia de Zamora, está hecha una pena (tanto que ha vuelto a su esencia de camino de vacas y bueyes), y por eso el encastado Toro de Osborne de Villalobar, en este artículo, brama y empitona y cornea a las estrellas… “Solo estoy como un toro de nieve que brama a las estrellas”, escribió acaso al respecto Julio Llamazares en uno de sus poemas cuyo espíritu ahoga ahora mío.
Sí, la carretera Nacional 630, prolija en camiones cargados que van y vienen de la gravera y suben y bajan desde los productores a los supermercados, y los camiones de la leche de la vega baja y los de la producción ganadera y de pienso que van a Salamanca y Zamora y los que portan todo nuestro maíz, parece bombardeada a placer de baches y de heridas y de vejez gloriosa pero marchita como el ajado cuerpo del torero Curro Romero. Y a tal efecto quien ostenta la titularidad (esto es, el Ministerio de Transportes), igual que Alaska y Almodóvar durante la Movida, pasa de todo…
¡Como se nota que ya no está en el candelabro o candelero Matías Llorente, y hoy nadie le sustituye de verdad pues Cendón ni es un negociador ni es nada! (Acaba de publicarse en la editorial Deusto, y con traducción de Marta Valdivieso, el libro Negociación' del profesor de Harvard y pionero en el campo de la negociación política Max H. Bazerman, en el cual se nos enseña que se han transformado mucho las prácticas para llegar a acuerdos, y ahora deben amoldarse a circunstancias muy cambiantes, pero lo que no ha cambiado es la importancia de contar con un buen negociador)… De hecho, la diferencia entre que el Sur de León tenga como representante defensor valedor y negociador a un reivindicativo negociador como Matías Llorente o no lo tenga, es la misma que hay entre tener asfaltada y digna la carretera N-630 desde León a Zamora, o que ésta en ese tramo parezca una carretera ucraniana (con esa frase que dedicamos hoy a Matías terminaba la película de Adolfo Aristarain Un lugar en el mundo: “A veces se te hecha mucho de menos, viejo”).
Parece que han hecho la autovía y eso a Puente y a Cendón les da bula para descuidar la carretera nacional pues lo que importa en esta provincia es el que pasa y no el que pace, por decirlo con palabras del gran Antonio Pereira.
En efecto se diría que eso de que el tráfico rodado pase por el Sur de León pero no pare hasta llegar a Valladolid es lo que le mola al Ministerio de Transportes y al negociador del PSOE leonés Cendón, y por eso las carreteras nacionales como las 630 tienen más cráteres que la cara visible de la luna, o que la jeta de Puigdemont.
Esto con Matías no pasaba.
Eso digo, que si Matías Llorente volviera yo sería su escudero que buen caballero era. Amén.