Una versión para marionetas de 'La venganza de Don Mendo' llega hoy al Auditorio de León
El Espejo Negro, la compañía de teatro de marionetas que creara en 1989 el artista andaluz Angel Calavante y que anda provisto de un estilo propio basado en la corrosión, la provocación y el desparpajo, cuenta con dos premios Max al mejor espectáculo infantil: el primero, de 2009, por su inolvidable 'La vida de un piojo llamado Matías'; y el segundo, en 2012, por otra joya teatral, 'El fantástico viaje de Jonás, el espermatozoide'. Ambas se vieron en León y causaron una sensación realmente extraordinaria, dando cuenta del carácter impecable del trabajo que se realiza en el seno de El Espejo Negro y del virtuosismo técnico de que siempre hace gala.
La compañía malagueña regresa al Auditorio de León con un ambicioso proyecto, una versión para marionetas del clásico de Pedro Muñoz Seca 'La venganza de Don Mendo'. Si ya resulta complicado un montaje de esta obra emblemática del astracán con actores de carne y hueso, mucho más parece su traslado al escenario con títeres. No hay que olvidar que se trata de un texto en verso, repleto de rimas imposibles y continuos juegos de palabras que ambienta su acción en la España medieval y cuyos personajes adquieren un aire caricaturesco. Precisamente, tales retos sirvieron de acicate a Angel Calvente para medirse a una empresa así, que queda enriquecida con pinceladas musicales y una sucesión de coreografías.
La historia de 'La venganza de Don Mendo' es de sobra conocida. Ambientada en el siglo XII, en pleno reinado de Alfonso VII, Don Mendo, el Marqués de Cabra, urde una venganza tras haber sido traicionada por su amada y ser acusado falsamente del robo de un collar, lo que le confina en una torre para ser emparedado. Liberado del encierro, empieza a dar forma a su trágica promesa.
'La venganza de Don Mendo', una de las obras más representadas del teatro español, encuentra en su tono de parodia su principal seña de identidad. Dividida en cuatro actos, fuerza tanto su humor que acaba lindando con el teatro del absurdo. Seca hizo uso deliberadamente del anacronismo para dar realce a la intención y así dejar a la luz la moral tan encosertada que se vivía en su tiempo.
Las marionetas ideadas por Calavante, provistas de un vestuario cuidado con detalle y rigor, disponen de rasgos animalescos e incluso su forma de hablar se asocia con la del animal al que representan. Es la forma que tiene su creador de acentuar el aire caricaturesco que preside toda la función, hoy prevista en el Auditorio de León, y en la que participan como actores-manipuladores, bajo la dirección de Calavante (artífice definitivo de esta singular adaptación del astracán), David García-Intriago, Susana Fernández, Monti Cruz, Noé Lifona y Susana Almahano.
Lugar: Auditorio de León. A las 21 horas
Día: 13 de marzo de 2014
Entradas: 10 euros