Un informe considera imprescindible “la participación activa de las sociedades locales” para prevenir los incendios forestales
La Universidad de Cantabria y la Fundación Oso Pardo (FOP) han elaborado un amplio informe y propuestas para la prevención de los incendios forestales en la cordillera Cantábrica. Que se ha anticipado en el tiempo a la oleada de este tipo de siniestros que han asolado este verano el noroeste de España.
El trabajo con el título, 'Propuestas para la prevención de los incendios forestales en la cordillera Cantábrica elaboradas mediante un proceso participativo de la sociedad', ya ha sido remitido por los autores a la ministra Sara Aegesen, titular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).
Así mismo ya disponen de él todas las Direcciones Generales de Medio Ambiente de las autonomías incluidas en el territorio Cantábrico, las administraciones locales y los participantes en los tres talleres celebrados. Y en breves fechas será accesible a través de las redes sociales de la FOP y la Universidad cántabra.
“Los expertos llevan años llamando la atención ante los cambios detectados en el comportamiento de los incendios forestales”, sobre todo debido tanto a la evolución de la vegetación (combustible), vinculada a los “efectos de la despoblación, como al cambio climático”, que ha acelerado la necesidad de gestionar el territorio ante los nuevos escenarios de incendios.
Elaboración del estudio
Para la elaboración del informe ha sido necesario un trabajo de investigación e identificación del contexto en que se producen. Los factores que influyen o incluso agravan estos siniestros ambientales, como lo son el cambio climático, la despoblación rural y la falta de gestión del territorio.
Un repaso y detalle histórico sobre la evolución de los incendios forestales en los últimos años, sumado a las propuestas surgidas desde diversos colectivos o entidades. Uno de los cuales, el aprobado en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente en 2022 propone en uno de sus apartados, “fomentar la participación y la sensibilización de la sociedad en la gestión de los incendios forestales”.
Esta propuesta se enmarca en esta línea y pretende tanto informar, concienciar y sensibilizar a los diferentes colectivos del ámbito de trabajo, la montaña Cantábrica, como recopilar propuestas de sus protagonistas frente a los previsibles escenarios futuros de incendios forestales.
Para lo que han pretendido contar con una “amplia representación de los agentes del territorio, tanto los que viven o trabajan en él como los que tienen intereses (en la conservación, la gestión, económicos, de investigación…)”.
Puesto que se considera que, para alcanzar el objetico, “es imprescindible tener en cuenta el conocimiento y percepción que tienen los diferentes actores implicados (locales o no) y los procesos participativos como el desarrollado son una buena herramienta para obtener información de los diferentes puntos de vista, intereses y predisposición de la sociedad”.
Metodología
Se han realizado un total de tres talleres en diferentes ámbitos de la montaña Cantábrica –Pola de Somiedo (18 junio 2025), Villablino (19 junio 2015) y Potes (25 junio 2025)– en los que han participado en torno a cien personas entre la organización y los participantes.
Las personas participantes seleccionadas han sido personas vinculadas al territorio en sentido amplio que pertenezcan o hayan pertenecido a los sectores laborales o de interés, contando también con representantes del sector social tales como agrupaciones, asociaciones o fundaciones.
El proceso de preparación y desarrollo de los talleres se detalla en el informe, las técnicas de investigación-acción, los cuestionarios presentados a los asistentes, la formación de grupos homogéneos y mixtos.
Para acabar recogiendo propuestas e ideas mediante un sistema de brainstorming (lluvia de ideas), fichas de datos y votación por puntos. En el estudio se detallan por cada taller como se han unificado los datos de los cuestionarios y de las mesas.
Las conclusiones
El estudio y propuesta las reúne en tres grandes bloques: primero abordar políticas de gestión forestal y planificación integral en prevención; segundo, tomar medidas de educación, sensibilización y formación a la población; y, tercero, frenar el abandono rural, atraer y fijar población.
Se especifican diversas medidas propuestas en cada bloque. Así, el informe destaca que, “hay dos medidas transversales que recorren los tres escenarios: la necesidad imperiosa de reducir la burocracia en todos los niveles, facilitar las gestiones a particulares, pequeños productores y pequeñas empresas, sería la primera. La segunda, ceder competencias dotadas de partidas de presupuesto y de recursos técnicos a los ayuntamientos y juntas vecinales, sobre todo, aquellas competencias relacionadas con la gestión de territorio, los planes de seguridad, la prevención de incendios forestales, la gestión de espacios de interés medioambiental o cultural (patrimonio)”.
Unas conclusiones que se pueden resumir de forma más somera en que “la participación activa de la sociedad es clave para enfrentar los incendios”; yque se hace “indispensable una visión comunitaria e intersectorial, con énfasis en la prevención, la educación, la gestión sostenible del monte y el fortalecimiento del mundo rural”.
El informe y estudio ha sido posible gracias a la financiación del Estado, a través de la concesión de una subvención del Miteco, para el desarrollo de actividades de interés general consideradas de interés social, en el ámbito de la investigación científica y técnica y protección al medio ambiente en materias de competencia estatal.