La Junta fija la extensión del operativo contra incendios a todo el año en una reflexión desde el fuego de Navalacruz
Nuevos tiempos, nuevas condiciones y nuevas respuestas. La Junta de Castilla y León explicó este jueves que la gran transformación en el modelo de gestión sobre incendios forestales anunciada 24 horas antes con medidas como la extensión de los trabajos a todo el año nace de un proceso de reflexión abierto desde el fuego que afectó en 2021 a Navalacruz (Ávila). El Gobierno autonómico dice tener en cuenta los efectos de factores clave como el progresivo abandono del campo, a los que suma el “episodio meteorológico extraordinario” con la reciente ola de calor hasta concluir la necesidad de dotar al operativo de “más capacidades”.
Preguntado este jueves en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno sobre en qué medida lo anunciado un día antes supone enmendar la política practicada hasta la fecha de concentrar el operativo en los meses de verano, el consejero de Medio Ambiente, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, se remitió a un escenario de “continuas mejoras” del dispositivo desde su llegada al departamento en 2015 con un hito en el fuego que arrasó más de 22.000 hectáreas el pasado 2021 en Navalacruz. Como consecuencia de este incendio, el propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, instó a abrir un proceso de reflexión para transformar la política forestal de la administración autonómica.
Suárez-Quiñones señaló que ya en su discurso de este pasado mes de mayo para fijar los objetivos de su departamento en esta legislatura expuso como factor la “estabilización del personal” junto a otra serie de medidas que se irán perfilando en el marco del Diálogo Social. Fue precisamente en ese último ámbito en el que este miércoles se tomó “un principio de acuerdo muy importante” para transformar la política antiincendios, algo en lo que el propio consejero abundará en una comparecencia prevista para este próximo lunes.
El titular de Medio Ambiente del Ejecutivo autonómico subrayó que la política antiincendios debe tomar en consideración “un problema global que precisa de soluciones globales”. Es por ello por lo que insistió en la idea de reclamar al Gobierno que aborde esta cuestión con las comunidades autónomas a través de una Conferencia de Presidentes.
