Banco Caja España-Duero, pendiente de Bruselas

El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, anunciará el futuro del Banco Caja España-Duero.

Antonio Vega

La fecha ha llegado y este jueves se conocerá el veredicto, sin apelación posible, que dará la Troika a las entidades españolas del grupo II, aquellas que necesitan fondos públicos para sobrevivir. Conoceremos al detalle cuáles son las estrictas condiciones para una inyección de capital y cuáles serán los ajustes que tendrán que cumplir para acceder a esos fondos sin los que no tienen futuro, según Oliver Wyman al menos.

De momento el Banco Caja España-Duero (Ceiss) ha presentado su ajuste consistente en solicitar 600 millones de euros que incluye el cierre de 250 oficinas, la vuelta al negocio bancario en sus rentables zonas de origen (Castilla y León, Extremadura y Madrid) y el despido de 1.000 empleados, que algún sindicato eleva a 1.500.

Medios financieros dan por descontado que las condiciones de ayuda no diferirán mucho de las ya planteadas a las entidades nacionalizadas y que la clave será en qué hará el Frob con la participación con la que contará a partir de este momento en esos bancos. Ahí es donde el juego de la alta política y los intereses de partido y económicos decidirán hacia qué lado de la balanza se inclina el Frob.

El 'caso Caja España-Duero'.

Unicaja y Caja España-Duero reunirán el viernes a los consejos de administración de sus bancos para analizar las condiciones que la Troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional) impone a la inyección de capital en el banco de la caja leonesa.

En juego nada más y nada menos está el futuro de la entidad. Los malagueños apuestan por quedarse el Banc Ceiss en una operación similar a la realizada con el Banco de Valencia y La Caixa. El resumen es que por un euro la caja catalana se ha quedado el banco valenciano, tras una inyección de fondos públicos (que no se devolverán) de 5.500 millones de euros, que podrían subir hasta los casi 6.300 en ciertas circunstancias.

Pero la jugada de Unicaja parece que podría haberse paralizado ante la petición de la Unión Europea de que el Banco Ceiss se subaste, siguiendo el camino de Novagalicia Banco, y negarle a Unicaja una opción preferente por no haber consumado antes la fusión, que habría evitado el uso de fondos públicos en la operación.

La partida interesante tendrá lugar desde el momento en que Joaquín Almunia haga públicos los planes para el Banco Ceiss. Políticos, ejecutivos y empleados tendrán que emplearse después a fondo para salirse con la suya, siempre bajo la atenta mirada de los 'hombres de negro' de la Troika, que marcarán cualquier paso que se vaya a dar.

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