Encuentran casquillos de bala y un suspensorio inguinal en la exhumación de los tres represaliados de Candemuela

Exhumación de tres represaliados del Franquismo en Candemuela, en Babia.

Elisabet Alba

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha exhumado este domingo los tres cuerpos encontrados en una fosa común este pasado sábado en el paraje conocido como La Llera, en la localidad de Candemuela, en el municipio de San Emiliano, en Babia, después de cuatro días de búsqueda.

En los trabajos han encontrado algún casquillo de bala más y “creemos casi con toda seguridad que son ellos”, cuenta a este medio el coordinador de las labores Marco González. Ese ellos son, o eran, Alipio Alonso Tejerina, labrador y maestro de 36 años natural de Torrebarrio; Víctor Alonso Alonso, labrador de 71 años y padre de Alipio natural de La Majúa; y Manuel García, también labrador de 70 años de León, que fueron asesinados por los falangistas el 28 de octubre de 1936, tres meses después del golpe de Estado del 18 de julio, en el periodo conocido como “terror caliente” en el que se registraron más desapariciones provocadas por los golpistas y fueron asesinadas decenas de miles de personas civiles.

Entre los objetos más llamativos que han aparecido en la exhumación, destacan desde la ARMH el hallazgo de un suspensorio inguinal. “Uno de ellos debía tener alguna hernia”, valoran.

Los familiares de los tres represaliados han estado presentes en todo momento, tanto en la búsqueda de la fosa como en la recuperación de los cuerpos. Así, se han podido tomar ya las muestras genéticas de los descendientes para poder llevarlas al laboratorio junto con los cadáveres de Alipio, Víctor y Manuel.

El cálculo de la asociación memoralista es que los resultados estén listos en un periodo de seis o siete meses. Después, la ARMH devolverá los cuerpos a sus familias para que puedan enterrarlos. En ese momento, “nos gustaría que hubiera un reconocimiento a estos tres hombres y a otro grupo de represaliados que están enterrados, parece ser, en la collada de Aralla o donde el puente de Miñera, a día de hoy sepultado por el pantano”.

“Es el mejor homenaje que se le puede hacer a todos los vecinos de Torrebarrio que fueron represaliados y a día de hoy siguen desaparecidos”, sentencia Marco, quien añade que “si alguna familia de desaparecidos de esta zona está interesado en llevar a cabo la búsqueda y exhumación, la asociación está encantada de ayudarles”.

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