La investigación avanza: vinculada una tercera persona y se sospecha de dos armas
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¿Es la prueba de la parafina la clave para saber quién apretó el gatillo de la pistola que acabó con la vida de Isabel Carrasco? Todas las informaciones del día después del suceso cuando se cumplieron 24 horas de la violenta muerte de la presidenta de la Diputación intentaban esclarecer quién fue la autora material de los disparos. ¿Fue la madre en un arrebato de venganza por lo que habían hecho con su hija? ¿O fue la hija escudada con la madre? ¿Hubo una tercera persona a la que pudieron entregar el arma que no se ha encontrado? ¿Hay dos armas distintas?
La policía utiliza unas pruebas que siguen denominando como “la prueba de la parafina” para detectar detectar residuos de pólvora, que confirmarían que una persona ha disparado un arma. Las pruebas de la parafina realizadas sobre las manos de Montserrat González, detenida ayer junto a su hija confirman, según todos los medios, que había disparado un arma. El problema está en que fuentes de la investigación no habían localizado aún el arma a las 24 horas del suceso y surgía la hipótesis, antre el peinado exhaustivo infructuoso, de que existiera una tercera persona que pudiera haberla recogido y escondido. Lo que hacía presagiar que la investigación deparaba alguna sorpresa más.
Frías y calladas, se resistieron a declarar
24 horas después del suceso, lo que se conocía entre oficial, oficiosa y extraoficialmente es que las dos detenidas, cada una por separado tanto en el momento de su captura como en dependencias policiales, se habían negado a colaborar, a someterse voluntariamente a las pruebas y a declarar.
Las dos 'Montserrats', tanto González, la madre, como su hija, Montserrat Triana Martínez, se mostraron frías, calculadoras y llegaron a afirmar que no entendían por qué se las había detenido paseando por León. Una actitud que complicó el trabajo policial y abrió otras expectativas en la investigación.
Los agentes peinaron las dos márgenes de la ribera del río y las calles adyacentes, buscando en alcantarillas, papeleras, contenedores de basura y todo lugar donde se creía que se habría podido esconder el arma homicida. Ante el hecho de que pudiera haber una tercera persona implicada en los sucesos, se inició esa línea de investigación y al parecer se han localizado dos pistolas distintas gracias a la misma. De confirmarse este avance, podría indicar que el crimen fue planificado con anterioridad y no podría considerarse un suceso provocado por una fabulación espontánea.
