El ahorro y la solidaridad consiguen 'salvar' los riegos de Luna en el tercer año hídrico más seco del siglo XXI

El pantano de Luna con escasez de agua.

Jesús María López de Uribe

“El ahorro de agua, ya que el año pasado dejamos 40 hectómetros cúbicos de los que nos correspondían, unas lluvias providenciales en marzo, el calor que ha permitido que los cultivos estén más avanzados, y la solidaridad entre las comunidades de regantes han conseguido que este año, por mucha ola de calor que haya habido y siendo tan malo en lluvias, no sea un desastre para el regadío dependiente de Barrios de Luna”.

De esta manera resumía el secretario del Sindicato Central de Regantes de Barrios de Luna, Manuel Mantecón, una campaña que se ha visto afectada por el tercer año hídrico más seco de todo el siglo XXI y “que está siendo dura para algunos, sobre todo en Villameca, no lo vamos a negar, pero que al final parece que no será desastrosa”, según comentó a ILEÓN.

El año hidrológico ha sido terrible, con olas de calor y falta de lluvia como hacía muchos que no pasaba. La propia Agencia Estatal de Meteorología adelantó que el año hidrológico 2021-2022 (terminan el 30 de septiembre) es el tercero más seco del siglo XXI y cuarto de la serie, con un 26% menos de lluvia. Además, en año natural, este 2022 es el también el tercer más seco, exactamente con el mismo porcentaje menos de lluvia que la media.

Hay que tener en cuenta que no es lo mismo el año hidrológico que el año agrícola o 'año hidrometeorológico'. Este último comienza el 1 de septiembre y finaliza el 31 de agosto; pero está claro que algunos cultivos necesitan riegos en septiembre para llegar a buen puerto y no agostarse al final. Además, los pantanos siempre quedan con reservas hídricas para el consumo humano, con lo que los regadíos no son culpables de las restricciones de agua en las casas; antes se dejan de regar los campos y por eso se especifican capacidades mínimas en ellos.

Así, a día de hoy, los pantanosde la provincia de León tienen dos caras muy distintas. Los del este de la provincia, el Porma y Riaño tienen unas reservas cercanas al cuarenta por ciento. Los de la zona centro, Porma y Villameca, están por debajo de la media de los últimos años. Villameca está tan sólo al 8,9% con 1,78 hectómetros cúbicos (su capacidad es de 20 hectómetros cúbicos), mientras que el de Barrios de Luna está al 14,2% con 43,8 hectómetros cúbicos (308 máximo). Esto respecto a los embalses de la Cuenca del Duero, ya que el de Bárcena en la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil en el Bierzo está al 55%, con 190 hectómetros cúbicos.

Solidaridad entre regantes

La diferencia entre los pantanos más bajos y los más altos es por capacidad y por la cantidad de hectáreas regables. De Barrios de Luna dependen 53.000 hectáreas, mientras que del Porma 40.000 y de Riaño 72.000. Villameca es pequeño y prácticamente ningún año da para garantizar agua toda la campaña, “por lo que la solidaridad de los regantes de Luna suele ser lo que les permite dar algún riego más como ha pasado este año con el canal de Alto Villares, que ya ha cerrado la campaña, y al cederles algo de agua han podido dar algún riego más”, explica Mantecón. Este sistema, el del Tuerto acaba de dar por concluida la campaña de rieg y ha tenido este año la dotación de agua más estricta del conjunto: 2.600 metros cúbicos por hectárea.

El ahorro del año pasado de esos 40 hectómetros cúbicos “ha sido fundamental” según el secretario del Sindicato Central de Regantes para poder tener a día de hoy “todavía unos 18,5 hectómetros cúbicos para últimos riegos”, pero dependerá de cuánta disponibilidad de agua –la cuota de metros cúbicos por hectárea, que en un año normal sería de 5.500 y éste es de unos mil menos– tengan los regantes. “El año verdaderamente difícil fue 2017 cuando tuvimos una de 3.800”, comenta Manuel Mantecón.

En la zona de Barrios de Luna la campaña se va a poder salvar, porque paradójicamente “el calor ha adelantado el cultivo al poderse sembrar antes y ha hecho que crezca más rápido el maíz” que es el cultivo más abundante. Luego quedaría la remolacha, “pero hay menos que otros años” y el problema se puede dar “en los cultivos hortícolas”, según el dirigente de los regantes.

Trasvase del Carrión

Como Riaño dispone de un cuarenta por ciento de capacidad, la Confederación Hidrográfica del Duero apunta que el trasvase al Carrión por el Cea-Valderaduey se completará este año. Los riegos en Payuelos y en el Páramo Bajo están garantizados.

La CHD explicó en un teletipo de la Agencia ICAL que “en el Sistema Carrión, físicamente, se puede distinguir entre usuarios en función de la fuente de suministro más directa que tienen, es decir: el propio río Carrión, que pondrán fin a la campaña hoy 26 de agosto sin alcanzar el cien por cien de la dotación asignada, aunque rozando valores muy cercanos; y el trasvase Cea-Carrión, en este caso, la campaña se podrá extender hasta el agotamiento del volumen asignado al trasvase (72 hectómetros cúbicos), que se producirá en los primeros días de septiembre”.

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