La resaca del botellón

El campus, el día despues del botellón

Diego Fidalgo

Tras una afluencia cercana a las 4.000 personas en el botellón universitario, las consecuencias se pagan con la suciedad y el olor con el que amanece el campus universitario de Vegazana.

Lo peor no es la basura que inunda parte del campus con restos de alcohol, botellas, bolsas de plástico, vasos... sino las condiciones en las que quedan los edificios y sus alrededores al haber sido utilizados como urinarios públicos.

De este modo, todos los viernes los operarios destinados al mantenimiento y cuidado de los jardines del campus, abandonan sus funciones para dedicarse a recoger los restos de una noche de fiesta y desenfreno.

“Estos actos sociales” calificados de este modo por altas esferas universitarias deberían tener al menos una serie de condicionantes básicos, como baños portátiles y contenedores donde poder recoger la basura. Sería relevante también un tanto de civismo.

Este botellón solo ha sido la previa del que llega la próxima semana donde la Universidad de León se convertirá en una macrofiesta con las patronales de Industriales entorno al día de San José, tradicionalmente suele ser el botellón con más afluencia por parte de los jóvenes leoneses.

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