La osa Jimena fallece antes de alcanzar la libertad
La cría de osa que el pasado mes de abril fue localizada por un vecino mientras conducía por la carretera a Villablino a la altura de Palacios del Sil y se estaba preparando para según quedar en libertad y regresar a la vida salvaje después de pasar casi seis meses aislada de los humanos para preservar su instinto salvaje.
La Junta de Castilla y León había preparado todo para ser reintroducida en su medio natural, después de haber permanecido todos estos meses en el centro de recuperación de animales silvestres de Burgos.
Estaba previsto que fuera liberada en la montaña de Riaño para tratar de paliar el elevado déficit de ejemplares y consanguinidad que afecta al núcleo repartido entre la montaña oriental leonesa, Palencia y Cantabria.
A las 09.00 horas se iniciaba el operativo de la Junta para el traslado a los montes de León de la osa Jimena desde el CRAS de Burgos. En este operativo han participado un total de 14 profesionales: 3 veterinarios, 8 agentes medioambientales y celadores y 3 técnicos.
La osa Jimena había sido monitorizada, con pulsaciones y nivel de oxígeno en condiciones normales; se había sedado permaneciendo en estado de semiinconsciencia; y se le había instalado el transmisor para su posterior seguimiento, una vez se reintrodujera en el medio natural.
Posteriormente, fue ubicada en la caja de transporte y se inició el viaje hacia los montes de León. En el trayecto, se realizó una parada en Saldaña y se certificaron sus buenas condiciones y su estado normal.
Poco antes de la llegada a su destino, en la montaña leonesa, se volvió a realizar una parada para revisar su estado y fue entonces cuando se comprobó que había fallecido en ese trayecto.
El animal fallecido se ha trasladado a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León para que su Departamento de Anatomía Patológica realice la necropsia.
Jimena pesaba actualmente 36 kilos y tenía 9 meses de edad. Cabe recordar que fue hallada en los montes de León el pasado mes de abril; contaba entonces con aproximadamente 3 meses de vida y pesaba unos 5 kilos.
Durante toda su estancia en el CRAS de Burgos ha estado sometida a un régimen de aislamiento absoluto con el fin de mantener sus condiciones para su reintroducción en el medio natural.
La osa había sufrido una espectacular recuperación, y mostrado un carácter bastante agresivo, lo que hacía albergar esperanzas de una exitosa reintroducción en la naturaleza, algo inédito dada su escasa edad cuando fue hallada por un minero en el Alto Sil.
