Maniobras militares con fuego real en el campo de tiro del Teleno en León a pesar de ser época de peligro alto de incendios

Los carros de combate listos para disparar en el campo de tiro del Teleno en temporada de incendios.

Carlos J. Domínguez

La Comunidad de Castilla y León se encuentra de manera oficial aún dentro de la época peligro alto de incendios forestales, que a comienzos de junio de este año declaró de manera formal el Gobierno autonómico, y que todavía está vigente hasta el 12 de octubre, incluido. Sin embargo, eso no ha impedido al Ministerio de Defensa autorizar, organizar y poner en práctica cinco jornadas de disparos con fuego de artillería real en el campo de tiro y maniobras en los terrenos de su propiedad en la comarca leonesa de Maragatería, a los pies de la falta del Monte Teleno.

Hace casi justo un año, el 23 de agosto de 2022, a causa de maniobras de disparos del mismo tipo, se inició en este mismo recinto militar un siniestro forestal que culminó más de 20 días después, llegando las llamas a arrasar prácticamente 4.000 hectáreas de terreno entre fuertes críticas de todos los pueblos que circundan la zona -uno estuvo a punto de tener que ser desalojado-.

El incendio se convirtió de este modo en el peor, en cuanto a superficie calcinada, de un verano repleto de siniestros a causa de las condiciones en la provincia leonesa. Sin embargo, para todavía mayor indignación de la comarca entera, numerosas organizaciones y partidos políticos, el hecho de que sólo en torno al 10% del suelo arrasado quedara fuera del límite del recinto militar impidió que se considerara área suficiente para entrar dentro de las ayudas económicas de la propia Junta de Castilla y León por lo excepcional de los incendios de ese verano. Las protestas se sucedieron por las décadas de problemas del mismo tipo que ocurren numerosos años y ante las cuales el Ministerio de Defensa, dueño del campo de tiro, siempre acaba comprometiendo la adopción de medidas para impedir los fuegos.

Por todo ello, la Asociación Teleno Libre, nada más tener constancia de que la situación y las prácticas se vuelven a repetir un año después, no ha dejado de mostrar lo que tildan de “indignación” y “perplejidad”. Remarcan sobre todo que aún no se ha finalizado la campaña oficial de incendios en la Comunidad, como efectivamente ocurre, siendo todavía “época de peligro alto”, pero también añaden “las condiciones climáticas de calor y viento anunciadas para esta semana”, en unos registros elevados casi sin precedentes, como viene siendo noticia.

“Menudos pepinazos están soltando”

“Menudos pepinazos están soltando, se oyen en todos los pueblos”, remarca una de las portavoces de este colectivo, la empresaria y activista Marisa Rodríguez, que exige en nombre de la plataforma “que no se nos ponga en peligro un año más y que no se nos tome el pelo”.

El bando oficial emitido por el Ayuntamiento de Luyego, con la comunicación previa que se hace por parte del Acuartelamiento Santocildes de Artillería, situado en Astorga, especifica que las prácticas con disparos se prevén mantener desde el lunes 2 al viernes 6 de septiembre. Y se producen deflagraciones, disparos y explosiones entre las nueve de la mañana y las diez de la noche, bien entrada la noche ya en esta época del año. En total, 65 horas de posibles disparos y de riesgo de nuevos incendios dentro y fuera del campo de tiro militar.

Banderas rojas de aviso en la ermita y el cerro

Como curiosidad, el bando recuerda que una de las formas convenidas en la que se comunica visualmente a los vecinos que los militares están realizando prácticas de disparos son la colocación de banderas rojas izadas en la ermita de San Roque -cerca de Lagunas de Somoza- y en el Cerro de San Amedo.

La comunicación del alcalde, Manuel Dios Dios, que está fechada el pasado 29 de septiembre, concluye recordando la expresa prohibición de “coger o desenterrar cualquier proyectil o artefacto militar, ya sean enteros o fraccionados, por ser peligrosa su manipulación”, y teniendo en cuenta que alguna vez esos proyectiles rebasan los límites militares y caen, explotando o no, cerca de las poblaciones y los terrenos y bienes de los vecinos.

Todo muy arrasado ya

En estas condiciones se ha generado una constante tensión en estas cuatro décadas de convivencia, desde la expropiación de los terrenos en 1980, aunque su uso informal provenía del Franquismo, en 1963. Actualmente su extensión suma 6.100 hectáreas, un 26% de ellas arboladas, aunque tras el gran incendio del pasado verano no quedan tantos ejemplares ni de árboles ni de matorrales y monte bajo, dada la gran superficie que ya había ardido por completo.

Sobre la nueva realización de estas nuevas maniobras artilleras, este medio se ha puesto en contacto con fuentes oficiales del Ministerio de Defensa, de momento sin respuesta por su parte.

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