Los breves orígenes de la Iglesia Cristiana en León
Creencias previas
Los dioses indígenas están constatados en el entorno rural de la provincia de León. En el territorio bergidense principalmente se han encontrado gran cantidad de vestigios representando a diversas divinidades Cossue, Deganta, Mandica, etc. Principalmente dioses protectores masculinos, aunque también aparece representadas divinidades femeninas.
Los dioses romanos están mucho más atestiguados en territorios como Cacabelos, Astorga o León. Júpiter, Mercurio, las nínfas Camenas y el culto a los diversos emperadores se han refrendado en restos arqueológicos encontrados en Astúrica Augusta, Bergidum Flavium y en Legionensis.
Cristianismo
Entre las primeras noticias que atestiguan la llegada del cristianismo a la provincia de León se encuentra la conocida Carta de San Cipriano, dirigida al presbítero Felix, entorno al 255 D. C., para las comunidades de Astorga y León. Esta carta indica que en esta fecha ya estaba implantado el cristianismo en la provincia de León, parece que el primer obispo se instaló en Astorga, Basilides, y posteriormente lo instaurarían en la localidad de León.
Dentro de las “primeras iglesias” que surgen en los primeros momentos, antes de desarrollarse el Concilio de Nicea, en el siglo IV se ha atestiguado la presencia en la provincia de León de una corriente religiosa que posteriormete se denominaría herejía: el priscilianismo; simplificando, podría calificarse como una versión española del maniqueísmo. Astorga fue uno de los focos más importantes de este movimiento que encabezó Prisciliano, obispo de Ávila.
El traslado de la corte de Oviedo a León por Ordoño II puede suponer el arranque de lo podríamos llamar Iglesia “moderna” en la ciudad de León. Durante la época de reconquista el obispado leonés va a contar con muy extensos territorios en el avance reconquistador (tierras salmantinas, zamoranas, palentinas y vallisoletanas estarán durante algún tiempo a cargo del obispado de León).
Durante el reinado de Ordoño II tenemos noticias de la fundación de la Iglesia Mayor en la capital del viejo reino sobre el terreno y aprovechando la construcción de los viejos palacios reales, situados a su vez sobre los restos de unas viejas termas romanas, la fundación se realizó con advocación de Santa María. De este modo, en la fundación de la iglesia leonesa parece que el obispo que tomó las riendas del obispado fue Fruminio.
Tras la fundación de la Iglesia Mayor de León y la refundación del obispado, la evolución histórica pasa por la construcción de una nueva iglesia en la baja edad media, así como, el asentamiento y desarrollo de un obispado que poco a poco fue conformando su ámbito de actuación.
En tiempos posteriores, el obispado leonés pasó a formar parte de la provincia eclesiástica de Santiago de Compostela, denominándose en múltiples ocasiones como provincia compostelana.
