Protección Civil declara la finalización de la alerta por el temporal y Asaja pide a Diputación arreglos
La Agencia de Protección Civil declaró este lunes la finalización oficial, desde mediodía, de la alerta por fenómenos meteorológicos adversos para todas las provincias de Castilla y León que estaba activa desde el 19 de diciembre, según explicó el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que hoy visitó el Centro Coordinador de Emergencias, ubicado en Valladolid.
El consejero realizó balance de un episodio que ha sido “muy intenso” en toda la Comunidad, pero que ha afectado principalmente a León, Palencia, Burgos y Valladolid, y agradeció la colaboración de las administraciones implicadas, así como de las confederaciones hidrográficas, Aemet, Guardia Civil, policías locales, bomberos y servicios de emergencias, incluida la Unidad Militar de Emergencias (UME), que tuvo que intervenir para reducir el impacto de la escorrentía de la mina de La Robla, con una 'marea' negra de agua que recorrió calles del municipio la semana pasada.
Por su parte, la organización agraria Asaja León pidió hoy a la Diputación Provincial y a la Junta de Castilla y León que articulen “medidas excepcionales” para la reparación de los caminos rurales, después de que el temporal de lluvias y las inundaciones por desbordamiento de ríos y arroyos haya causado “importantes daños en infraestructuras agrarias que requieren la urgente reparación por parte de los titulares de las mismas”.
Según Asaja, “los daños más importantes en infraestructuras se han producido en caminos rurales, propiedad de los ayuntamientos”, por lo que para su reparación pidió un apoyo “específico y coordinado” a la Junta de Castilla y León y a la Diputación de León, por entender que son las entidades más próximas y con las competencias más claras en esta materia.
Por otra parte, consideraron que el Estado, a través de la Confederación Hidrográfica del Duero, “debe de actuar con urgencia para reparar daños en ríos, cauces y puentes, al margen de las actuaciones siempre olvidadas de limpieza de estas conducciones naturales de agua”, así como “ayudar económicamente a las comunidades de regantes, y particularmente a las que tienen menos medios económicos, a reparar canales, acequias y presas dañadas por las riadas”.
Por otra parte, Asaja reiteró su posición para que la Confederación Hidrográfica del Duero “indemnice como daños patrimoniales a los agricultores y propietarios de tierras en general que hayan sufrido daños en infraestructuras o en cultivos en tierras agrícolas anegadas por el agua”, para lo que pone a disposición de sus socios los medios técnicos para cursar la reclamación por dichos daños.