La basura sin control rebosa del vaso autorizado en el vertedero provincial
Que la gestión del vertedero provincial de San Román de la Vega en sus diez años de vida ha dejado muchísimo que desear es obvio. Lo demuestra, sin ir más lejos, que la vida útil de 20 años se vaya a acabar limitando a la mitad de ese tiempo. Pero en las últimas semanas arrecian los desmanes, en gran medida por la urgencia que ahora tienen el consorcio provincial Gersul y la UTE Legio VII por poner fin al depósito temporal (de 11 años) de casi 500.000 toneladas de basura acumuladas en la finca El Busto de Santa María del Páramo, provenientes de León y su alfoz en tanto se terminaba el CTR.
El frenético ritmo para deshacerse de los podridos fardos fue frenado en seco el viernes por orden judicial, al menos de momento y de forma cautelar, como pidieron once ayuntamientos del entorno del vertedero de San Román. Aducían ante el magistrado numerosos incumplimientos de la legalidad medioambiental tanto en el traslado como en el vertido en el CTR y también diversas irregularidades de considerable gravedad.
Ileon.com ofrece hoy nuevas imágenes exclusivas que parecen evidenciar la veracidad de varias de esas irregularidades. La primera de ellas, que la basura que llega al llamado depósito de rechazos de la planta se está apilando en algunas zonas fuera del perímetro autorizado lo cual, de confirmarse, significaría un elevado riesgo de contaminación exterior por lixiviados y otros componentes.
Otra cosa que llama la atención es la falta de control sobre las balas de basura procedentes del Páramo. Las imágenes demuestran que el acceso de los cientos de camiones diarios que llegaban cargados con esos residuos hasta el pasado viernes no eran sometidos en su mayoría al obligatorio pesaje para contabilizar hasta el último kilo de basura que después era echada en el vaso de vertido.
Un control cuanto menos dudoso
Los camiones disponían de acceso directo, sin pasar obligatoriamente por la báscula fija situada a la derecha, y fuentes del propio CTR confirman que la máquina de pesaje que durante un tiempo se había instalado para realizar esta importante labor se ha desmantelado y trasladado a la finca de El Busto, donde sí pesa la basura que de allí sale.
El problema estribaría en que, si bien se controla la basura que sale del Páramo, si no se coteja el peso a su llegada al vertedero nadie sabe si en el CTR al final entran más o menos residuos o hay modificaciones sustanciales por el camino.
Velasco: “Se estaba haciendo con todas las garantías”
Ambos son extremos de elevada gravedad que, sin embargo, el diputado provincial de Medio Ambiente y presidente del consorcio de residuos Gersul, José Antonio Velasco, niega de manera tajante. Preguntado por iLeon.com, el máximo responsable considera “pura demagogia” el vertido fuera del vaso. “Yo lo he estado viendo y se está haciendo con todas las garantías”, prometía.
Y por otro lado, Velasco asegura que el control de la basura del Páramo se realizaba con un doble pesaje, tanto a la salida de la finca paramesa como a la llegada al CTR. “Se están haciendo las cosas medianamente bien”, comentaba la semana pasada, al tiempo que admitía un ritmo frenético de 6.000 toneladas cada día de media de basura en fardos que, por otro lado, “se llevan al único lugar autorizado de la provincia, que es el CTR”.
Otra fuente de quejas de todo este proceso era el tránsito de camiones en el trayecto de Santa María del Páramo a San Román de la Vega, que circulaban mañana, tarde y noche, en muchas ocasiones sin tapar, desprendiendo fuertes olores (algo lógico con la basura en descomposición) e incluso arrojando a la carretera lixiviados, es decir, los residuos líquidos contaminantes que la basura produce.
Algo que ya pasa, y molesta, en el tránsito diario de la basura de toda la provincia al CTR. Al menos así lo denuncian a este medio algunos particulares, que aportan pruebas fotográficas de cómo los camiones encargados de ese traslado dejan mucho que desear a la hora de asegurar que parte de esa basura y de los líquidos que produce no se quedan por el camino.
Ahorro de 200.000 euros al mes y posibles bonificaciones
Sea como fuere, esa frenética carrera por vaciar la finca de El Busto y ahorrarse cuanto antes los 200.000 euros mensuales que se continúan pagando a Santa María del Páramo por el almacenamiento recibió el viernes el 'stop' temporal del Juzgado de lo Contencioso número 3 de León, que pretenía dilucidar si, como denunciaban las mancomunidades del Órbigo y la Cepeda se acumulaban en el proceso éstas y otras irregularidades.
Acaso la más grave de ella que, con la autorización de vertido de la Junta de Castilla y León en la mano, es ilegal depositar un sólo kilo de basura en el depósito de rechazos sin un proceso de separación y tratamiento previo. Algo que se estaba produciendo al ritmo de 6.000 toneladas diarias, cifra oficial ofrecida por el consorcio Gersul, una cantidad muy elevada para que las empresas recibían presuntamente bonificaciones económicas, según han indicado a iLeon.com fuentes del propio CTR.