Alzueta, una carrera a Compostela para “hacer ver la realidad” de los campos de refugiados saharauis
El profesor de San Justo de la Vega Simón Rabanal charla con Joseba Alzueta. Se trata de un deportista que desde el 26 de septiembre hasta el 18 de octubre corre la distancia que separa Roncesvalles de Santiago de Compostela como reto personal.
Sobre todo, se trata de mostrar día a día, paso a paso, la necesidad de comprender algunos desafíos que como seres humanos tenemos que afrontar y que hoy por hoy son irrenunciables. Joseba, que vive en Sangüesa, un municipio de la Comunidad Foral de Navarra, descansó esta semana en Astorga camino de Rabanal.
Presencia
Quise hace un año conocer de primera mano cómo trabajaba algún tipo de organización que se dedicara a la labor de auxiliar a los más necesitados. Y me acerqué a ATTSF (Asociación de Trabajadores y Técnicos sin Fronteras) de Navarra, que llevan quince años en los Campos de Refugiados de Tinduf, del pueblo saharaui.
Su labor se orienta en tres actividades: labor logística integral, que consiste en recibir y centralizar toda la ayuda humanitaria que llega como alimentos o material de primera necesidad; el objetivo es que toda persona tenga opción de recibir esa ayuda básica. En segundo lugar, proporcionar una solución técnica para que haya suministro óptimo de agua; el objetivo es que toda persona tenga fácil acceso al agua potable. En tercer lugar, gestionar la basura; el objetivo es desintegrar toda la basura para que no se convierta en fuente de contaminación.
No te voy a ocultar – sigue diciendo Joseba- que me hubiera gustado ir este año a los Campos a echar una mano. Pero la situación en la que estamos con la pandemia del Covid-19 no aconsejan viajar. Pero desde un primer momento sé que puedo colaborar, que en la vida hay que agitar el presente, y el presente está donde más te necesitan.
Protagonismo
El que corra para hacer ver una realidad que está siendo ocultada intencionadamente significa que hemos de ser capaces de movilizar, de conseguir que desde nuestro puesto de trabajo las personas que nos rodean vean de verdad lo que está ocurriendo. En cierta manera, es preciso desvelar una situación que está oculta, conocer.
Y hemos de lograr llegar a los más jóvenes para que entiendan el día a día de una persona que vive en el desierto, en las condiciones de salud y laborales que vive y, sobre todo, cómo y con qué medios vive. Sería importante que los chavales pudiesen realizar desde sus institutos intercambios, parecidos a Vacaciones en Paz, con el objetivo de llevar a cabo cualquier actividad allí, como enseñar inglés, y así tener la oportunidad de conocer y entender lo que ocurre. Eso sería muy recomendable puesto que se les iban a caer muchas ideas preconcebidas y actitudes que ahora bloquean el paso.
Prioridad
Mis padres me han educado en ciertos valores que hoy mantengo y son los que me dan fuerza para correr. Sin ellos mis creencias, mi manera de ser se viene abajo. Pero muchas veces me he preguntado que de nada sirve por ejemplo la solidaridad, si no empatizas con aquellos a quienes quieres ayudar. Por eso es importante tener información de lo que pasa. Concienciarse es enterarse de lo que ocurre.
Hoy con el móvil por ejemplo tenemos rápida y casi fiable información de lo que ocurre en cualquier parte del mundo, pero lo que en realidad nos llama la atención y en lo que nos fijamos es en el contenido de cualquier red social. Para nada nos acercamos a la situación de cientos de personas que viven en condiciones miserables.
Por eso, creo que es preciso centrar el punto de vista, orientar la mirada, tener prioridades a la hora de informarse y saber que el dolor humano no nos puede ser indiferente. Decía Bertolt Brecht que no hay que conectar con el buen tiempo pasado, sino con el mal tiempo presente, aludiendo a que el pasado, bueno o malo, no lo podemos cambiar, pero sí el presente.
En este sentido sí que podemos defender y pelear por el derecho que tienen las personas saharauis a vivir en su propia tierra y de la que les han echado; mientras ese derecho sea pisoteado, habrá mal tiempo, mientras el pueblo del Sáhara no puede decidir libremente su modo de organización social y política, su modo de ser y de pensar, habrá mal tiempo presente.
Prioritario es pues informarse, pero sobre todo convertir la información en una fuente de conocimiento que sirva para poder juzgar y compartir las ideas. En España todo el mundo conoce la situación que casi a diario se vive en la Valla de Melilla, pero pocos saben de la existencia de un larguísimo muro, el muro de la vergüenza, construido y utilizado por Marruecos para ocupar ilegalmente la mayor parte del territorio del Sáhara Occidental y arrinconar a los saharauis fuera de sus tierras a zonas de nadie y de nada.
Para que la solidaridad nos mueva hay que reflexionar, entender, saber qué ocurre. Y para eso lleva a cabo esta actividad: que nos fijemos metas más allá del día a día, porque eso nos engrandece como seres humanos.