Suárez-Quiñones justifica en la relevancia de las empresas de Ulibarri que le llamara para ofrecerle una carretera

Miriam Chacón/ICAL. Comparecencia en las Cortes del consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.

Antonio Vega

Se trata de una “conversación única”, con un “contenido, objeto y fines muy claros” y con un “encuadre legal perfecto”, así ha comenzado su intervención de 25 minutos en una comisión de las Corte de Castilla y León su comparecencia el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, tras su aparición en el sumario de la operación 'Enredadera'.

El exjuez leonés metido a político asegura que llamó al empresario encarcelado José Luis Ulibarri para ofrecerle hacerse cargo de las obras de una carretera en el Páramo leonés debido a que el arreglo del vial que atraviea la comarca era una “necesidad” al señalarlo los informes técnicos.

El consejero ha detallado en su primera intervención el proceso de contratación de la carretera hasta llegar al punto de que la empresa adjudicataria inicial quiebra y deja sin ejecutar la obra. Entonces es cuando asegura que se le informó de la situación y que ante la imposibilidad de la empresa de poder realizar una cesión lo intentó él mismo.

“La paralizacion de la obra era un problema de interés público”, señaló, asegurando que antes de agotar todas las posibilidades legales llamó a la sociedad Arcor, SL, vinculada al empresario Ulibarri, “por razones objetivas”. Según él se la eligió debido a su “potencial para realizar la actuación” y por la “cercanía de la actuacion a las instalaciones de la empresa en la provincia”.

El consejero ha asegurado que “actúa cuando es informado” y por eso realizó la llamada, “yo no voy a quedarme ed brazos cruados cuando sabía de la preocupación en la zona de que las obras se habían iniciado y paralizado”.

Para Suárez-Quiñones su trabajo es de forma directa y ejecutiva y la situación no admitía demora, al estar “comprometido con la solución del problema”. Segú el político “la solución de los problemas no admite vacilación sino acción”.

Sobre la conversación señala que se hizo para “tratar de impulsar al empresario a la cesión entre empresas. Pretendía que la obra continuase”. Y sobre la polémica frase “Yo soy la Administración”, dice que “aclara en qué condición se le llama, oficial, de la Administración a la empresa para logar la cesión”.

Para el responsable de Fomento “el interés público es que la obra se realice” y de ahí sus gestiones aunque la empresa hizo llegar que era imposible asumir el contrato. Pese a ello Suárez-Quiñones asegura que en breve tendrán lugar la reanudación del arreglo de la carretera. “Desafortunadamente la gestión no tuvo éxito”, especificó.

¿Y por qué llama a esta empresa y no a otra?

El propio consejero asegura que era correcto la llamada al empresario Ulibarri para hacerse cargo de la obra de la carretera. Asegura que antes de la operación Enredadera José Luis Ulibarri era un empresario con posición social y económica y que sus empresas “tienen trabajadores y familia”, con la afirmación que “sus empresas son más que el empresario”. Por ello señala que en el futuro “habrá que actuar con ella como con las demás, de acuerdo a la ley”.

También ha negado trato de favor al empresario y sus sociedades en su comparecencia. “Es una falsedad y un total desprecio a los funcionarios y técnicos que integran esta Administración”, ha señalado. Ha ofrecido datos, “que pueden tapar muchas bocas”, como que en los más de mil contratos de la consejería de Fomento desde el 2015 a la empresa Arcor no se le ha adjudicado ninguno, sólo dos en formato UTE con mayoría. Hubo otro contrato adjudicado a una UTE pero resuelto antes de su ejecucion. La empresa Arcor no fue llamada a ninguno de los 17 contratos de emergencia realizados por la consejería de Fomento, ha detallado también.

Sobre la conversación entre José Luis Ulibarri y su hija Soledad en la que el empresario asegura que Suárez-Quiñones que “las conversaciones de terceros son responsabilidad de terceros” y ha negado haber administrado información privilegiada en la comida que mantuvieron.

“Hay quien ha dicho que eso es ceder información privilegiada, y eso es falso”, aseguró en sede parlamentaria para indicar que todos los datos de futuras actuaciones figuran en la Ley de Presupuestos, “que es pública, por lo que es falso”.

La oposición pide su dimisión

Las explicaciones del titular de Fomento no convencieron a los grupos Socialista y Podemos y al parlamentario de UPL, Luis Mariano Santos, quienes pidieron la dimisión de Suárez-Quiñones tras escuchar sus explicaciones. También, Ciudadanos exigió responsabilidades al consejero por un asunto “ético”, no “legal”, así como por su “subordinación” a los intereses de un grupo empresarial.

El PP ha atacado a la oposición asegurando que “Hay una sentencia previa por parte de lo grupos y no le han escuchado”, criticando además que se haya cuestionado que Manuel García, alcalde de Villaquilambre también implicado en la trama, haya presidido la comisión en la comparecencia. El regidor es el presidente de la misma desde el inicio de la legislatura en 2015.

Segunda ronda

Suárez-Quiñones asegura ser un cabeza de turco de la oposición contra el Gobierno autonómico

En la segunda ronda de intervencione Suárez-Quiñones ha vuelto a insistir en la legalidad de su actuación ante las duras críticas de la oposición, que ha pedido que se vaya en su primera intervención salvo Ciudadanos, que se ha reservado su postura final hasta escucharle las respuestas a su pregumta

“No me arrepiento absolutamente de nada”, ha asegurado ante su llamada a Ulibarri, que ha reconocido que el problema es que “fue el que fue” (el empresario) y que no se debe valorar con criterios de ahora la actuación de hace un año

“Me nombraron para dar solución a los problemas e intenté dar solución” reiterando que se le tuvo en cuenta por formar parte del panorama empresarial relevante, “y podrán tener nuevas adjudicaciones” volviendo a distinguir entre el empresario, ahora encarcelado, y sus empresas entre la que se encuentran relevantes medios de comunicación.

Para Suárez-Quiñones la conversación tenía “La intención es que no tuvieran tres años una carretera parada”, y eso justifica que “el consejero haga lo que tenga que hacer aunque no lo haya hecho nunca”.

“Soy una cabeza de turco” señaló al tiempo que indicó que “no voy a dimitir” culpando a la oposición de que les importe “un comino” los vecinos del Páramo leonés afectados por la paralización de la carretera.

El consejero terminó asegurando que su relación con Ulibarri “era normal como con cualquiera otra persona” y que no se han producido adjudicaciones directas a ninguna empresa 'Enredadera', cuando se podría haber hecho en los casos de la adjudicaciones de emergencia.

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