Un velón para los derechos humanos

Escultura Cabezadas San Isidoro

Cuando la noticia, reconociendo a la ciudad de Salamanca como “Cuna de los Derechos Humanos”, apareció en los medios, no pude menos que traer a mi memoria los primeros compases de la Asociación Pro Identidad Leonesa, y de modo especial una actividad que reseñaré. Venía a ser ésta una ampliación de la idea que estaba desarrollando, a título personal, un leonés afincado en Barcelona: Santiago Fernández Benito, era la de dedicar cada año, a partir de 1988, octavo centenario de la Marga Curia en San Isidoro, un velón a Alfonso IX. 

Él aportaba la cera cada año al Canónigo correspondiente de nuestra Catedral, donde encontró acogida, para que su llama ardiera durante la Misa dominical al pie del altar Mayor, de modo especial durante la celebrada a las doce.  Se lo ponía fácil Santiago, pues con el encargo inicial le aprisionó de un trípode metálico que sustentara el cirio.

No era Santiago persona que persiguiera notoriedad, si bien tampoco eludía que se conociera su actuación, buscaba de modo especial resaltar efemérides, tal como la de 1188, de forma digamos leonesista, con recuerdos e ideas, memoria y exaltación de hechos históricos que nos colocaban como pueblo, el leonés, destacado en Derechos y Libertades de forma histórica incontrovertible. Y de cara al mundo, dado que, los Decreta, podían alentar el germen de los Derechos Humanos, como le gustaba añadir.   

No se trata de intentar traer aquí una biografía del citado leonés, sino colocar las cosas destacadas que  entiendo no se han dado a conocer o quedado reconocidas debidamente y que siendo en su momento y a futuro de interés general,  en la reivindicación leonesa de lo leonés, pueden hacer un mínimo de justicia a su comportamiento leonesista. Añadir que formó parte de un Grupo Leonesista en Barcelona.

Hachones de cera para los Juegos Olímpicos de Sidney

En el año 2000, pretendió y consiguió de nosotros doble colaboración, presentar el velón en La Catedral, y asociativamente acudir, por carta, a los dirigentes del Comité Olímpico, con la sana intención de que la llama olímpica, en los Juegos que este año se iban a desarrollar en Sidney, estuviera flanqueada por dos que simbólicamente representaran Democracia y Derechos Humanos.  Por supuesto, obtuvo plena colaboración nuestra. 

La presentación del hachón, recogida gráficamente en los medios, tuvo lugar ese año el día 30 de abril, en vez del segundo domingo, fecha elegida, por razones de calendario litúrgico. Junto a los habituales de la Asociación quiero destacar que estuvo, dando empaque al acto, el maestro de leonesistas, Óscar García Prieto, quien además tenía muy buena relación con el Grupo leonés en Cataluña, que he citado, y que nominarían: Conceyu Lleonés 'Xaime Andrés'.  En su haber quedaron los 'Primeiros Alcuentros de Cultura Llionesa' en agosto de 1998 en Molinaferrera, Maragatería. 

Cartas dirigidas al COI

Las cartas dirigidas al COI, de cuyo borrador me encargué personalmente, las he dejado destacadas en una página de mi blogg, para que puedan acceder a su contenido aquellos lectores que se sientan interesados en ello. Destacando ya de entrada en el asunto:   Colocación de dos llamas, flanqueando a la Olímpica  representando la Democracia y los Derechos Humanos.   Fundamentábamos la petición en hechos históricos tal como se puede leer en los párrafos que transcribo: 

Nada mejor para empezar la era 2000, que hacerlo de la mano de los Derechos Humanos, que han de ser el patrón del entendimiento del ser humano, y por igual para todos, sin diferencias de raza, creencias e ideologías, circunstancias que se dan de manera muy especial en el ámbito deportivo, hermosamente competitivo, de acercamiento y comprensión entre participantes y países. 

Profundizan las raíces históricas leonesas en las dos facetas señalas, no en balde, en el año 1188 el Pueblo Leonés,  en la figura de los Buenos hombres, tuvo representación como estamento en las primeras Cortes de Europa convocadas por el rey leonés Alfonso IX. En ellas, consiguió el pueblo derechos y libertades, mediante un conjunto de decretos que se han calificado como Carta Magna Leonesa, allí otorgada…

El resultado fehaciente se ha de reducir a acuse de recibo. La labor del mensaje no se ha podido constatar. Pero nunca va en vano.

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