Por qué no te callas

Partiendo del dicho aquel, el del emérito, dirigido al mandatario venezolano, quien creyéndose cargado de razones, no cesaba en su verborrea incontrolable en una reunión hispana...  al parecer, Juan Carlos, se sentía con poder, fortaleza personal y tal vez la de la nación España sobre la que entendía que reinaba, para, con autoridad destacada, corregir al dicente impetuoso. Resultó bien, al momento, puede que oportuna, familiar y un punto graciosa, dependiendo del encaje personal. 

Creo que no está de más intercalar aquí la interpretación de una viñeta jocosa que se pudo ver en algún medio. La estampa en letra que voy a colocar me parece oportuna. Se pueden ver en ella las siluetas de cuatro reyes en dromedarios andantes, alguien, no detectable, soltaba la pregunta: ¿No eran tres? Y una voz, procedente del cuarto, lo aclaraba todo. ¡¡¡Por qué no te callas!!! Por aquel entonces, en el pasado año 2021 el emérito pretendía venir a celebrar las Navidades a España, aquí no se estaba por la labor, y se especulaba que podía llegar de incógnito. Nada mejor que entre reyes. 

Lo antedicho me sirve como introducción para decir que los monarcas fabulosos (de fábula), los citados en los evangelios como Magos, para todo lo leonés “estarán obligados” a pasar por el centro del poder autonómico, como todo lo que nos atañe. Soy consciente de que, desde las primeras denuncias en favor de lo leonés ante el procurador del Común, luego publicadas en los medios, más de uno  de los políticos que tratan de aferrarnos, me ha querido gritar, algo parecido al por qué no te callas, aunque fuera en minúsculas.  No es arrogancia, muy lejos de mi proceder, tuve constatación de que en algún tiempo mis escritos, como coordinador de Pro Identidad Leonesa, molestaban a los autonomistas. Y sigo en la brecha.

¿La carta a los Reyes Magos pasa por Valladolid?

Volvamos al momento. No han faltado legionenses, que, este año 2022, esperaban que en la cabalgata, sin injerencia en lo ilusionante para los niños, a pie, a caballo o sobre pancarta se recordara quienes somos, y que, las cartas, el correo postal, incluso el real (de fábula) por supuesto el de Legio para Legio, haya de pasar por Valladolid, que, entendámoslo, es otra forma de asegurar quien manda de manera continuada.  Marcan centralismo. ¡¡¡Y como irreversible!!!  

José Antonio Díez, el alcalde legionense, días atrás facilitó unas declaraciones en las que mostraba un posicionamiento autonómico con lo leonés y para los leoneses, que pudieran ser una suerte de carta a los Magos.  Apreciable era que no sólo mostraba deseos, sino que apuntaba razones para el bienestar leonés desde el autogobierno constitucional a demandar. Lo que se ha de acometer con una participación ciudadana decisiva. ¡Buscaba apoyo!

En mis últimos escritos, vengo dejando la duda de la existencia efectiva del Pueblo Leonés.  El arraigo de una colectividad triprovincial identitaria se ha perdido en su más alta condición, entiendo. Que hay vestigios, sin duda. Cómo empezar la rehabilitación, es seria cuestión, pienso que requiere un profundo estudio sociológico. ¡¡¡Vamos a demandarlo ciudadanos!!! ¿Qué mejor regalo que el bienestar socioeconómico si unidos lo logramos? ¡¡¡Nadie nos lo va a regalar, ni con Magos ni sin ellos!!! 

El alcalde de León

Ayer, cuando en las fotografías vi al corregidor departiendo con los Reyes Magos que vinieron en tren a Legio (a ver si dejan dones para recuperar los raíles que nos estamos dejando llevar) pensé: si se propusiera liderar tal movimiento podíamos situar el deseo como fabuloso, con tintes mágicos, si se quiere, dados los obstáculos que se han de vencer. La concienciación ciudadana ha de ser contemplada desde el primer momento. 

Hizo el corregidor, meses atrás,  un intento de hermanamiento de leoneses de Zamora, Salamanca y Legio. Ponía la intención como asumible desde los tres municipios capitalinos. Si no ha habido respuesta, vamos a ver si les mandamos a los corregidores correspondientes nueva misiva. Si ha de ser postal, “vigilemos su paso por Valladolid”, quiere esto decir que no nos frenen autonómicamente desde el centralismo asfixiante. 

¡Hagamos partícipe al pueblo. ¡Tomemos impulso desde el ser leonés y la cuestión socioeconómica! No peleemos a retazos, hagamos una lucha continua, con cabeza, bien encabezada y cabezona (cazurra).