El perdido lenguaje de los puños americanos
Si no te gusta que maten niños, bombardeen hospitales y dejen a familias morir de hambre… apoyas a los fanáticos chalados de Hamás y eres antisemita. Si crees que en el caso de la Perla Negra o la Ciudad de la Justicia o la ampliación del Hospital de Burgos o en las siete mil operaciones público/privadas de desmantelamiento de la Sanidad pública se ha detraído, se sigue detrayendo y se detraerá mucha pasta, formas parte de la ETA. Si crees que Putin es un criminal homófobo imperialista de ultraderecha, estás simplificando. Si piensas que Milei es un delirado imbécil, eres un comunista asesino de ciento cincuenta millones de personas. Si crees que el novio de Ayuso, que defraudó a Hacienda después de ganar una exagerada cantidad de dinero con la venta de mascarillas en la pandemia y que trató hasta de colocar vacunas infladas de precio a un país del tercer mundo es un sinvergüenza con botones y peluca, no amas la libertad. Si crees que la Iglesia debería dejar de violar niños, retirarse de cualquier tipo de labor educativa, pagar impuestos y dejar de cobrar entrada por visitar los monumentos cuya restauración y mantenimiento les pagamos una y otra vez, es que no aprecias nuestra historia y patrimonio. Si estás harto de que manifestaciones religiosas secuestren —y alquilen— las calles, estás en contra de la libertad de culto. Si crees que Rato robó más que Caco es que no sabes de economía. Si piensas que Zaplana ha mentido sobre su enfermedad terminal igual que sobre todo lo demás, no entiendes a los emprendedores y careces de compasión. Si crees que en un gobierno con Vox son todos de Vox, no estás al tanto de la apuesta por el entendimiento. Si tienes la certeza de que los independentistas catalanes son unos tontísimos supremacistas además de unos chupacirios, pero no son terroristas… vuelves a la casilla de la ETA. Si tienes la seguridad de que los lobos son la última preocupación que debería tener un ganadero y no la primera, es que eres un ecolojeta desinformado. Si ves que los toros o los encierros son espectáculos indefendibles, sangrientos, peligrosos y crueles que no deberían recibir un euro público, eres un ignorante y odias a Lorca. Si crees que el 99% de los periodistas mienten sistemáticamente estás en contra de la libertad de expresión. Si tienes la certeza de que los jueces son una banda de galápagos franquistas, estás negando la separación de poderes. Si piensas que las calles no deberían tener nombres de nazis, eres un tiquismiquis. Y si crees que una persona que cobra el salario mínimo no paga IRPF o que la rebaja o liquidación del impuesto de sucesiones beneficia solo a un 0,01% de la población —casualmente la que percibe mayores ingresos—… es que no tienes ni puta idea de nada, ¡hombre ya!