Las perjudiciales constantes averías de Iberdrola en Llánaves de la Reina
Señores:
Mi nombre es Laura Cristina Cordeiro Monteiro, cliente de Iberdrola y vecina desde hace más de treinta años de la localidad de Llánaves de la Reina, municipio de Boca Huérgano (León). Además, desde hace una década, regento un establecimiento hostelero en dicha localidad.
La noche del domingo 8 de diciembre, se produjo una avería en su suministro eléctrico que dejó a nuestra localidad sin luz durante más de 15 horas, hasta que transcurrido se tiempo, unos operarios instalaron un generador en el pueblo.
Da igual la época del año, las averías en el tendido eléctrico y los consiguientes cortes en el suministro, son constantes en los últimos tiempos; ya sea por fuertes vientos, nevadas o pequeños incendios en época estival. La consecuencia directa de tales averías es quedarnos incomunicados, dado que el único repetidor de telefonía con el que cuenta nuestra localidad, al funcionar con electricidad, deja de funcionar.
Como si los perjuicios ocasionados por el corte de suministro del domingo día 8 no fueran suficientes, el viernes día 13 se retiró el generador, restableciéndose el suministro eléctrico, pero a tal potencia, a todas luces inadecuada, que tanto en mi establecimiento hostelero como en mi vivienda , se quemaron diferentes dispositivos eléctricos: frigoríficos, televisores, cafeteras, luces de emergencia, calderas de calefacción (estos días estamos a temperaturas que oscilan entre los -10º y los -6º C), placas eléctricas de los ascensores, etcétera. Huelga decir el enorme perjuicio que ello está provocando a mi negocio y a mi persona.
El pueblo de Llánaves de la Reina lleva siglos en el mismo sitio: en la Cordillera Cantábrica, a 1.420 m de altitud, soportando nevadas (mucho más intensas y frecuentes en el pasado), temperaturas bajo cero, crecidas del río y sus afluentes, tormentas, vendavales, etcétera. No me digan que las averías son 100% consecuencia de los elementos. Falso. ¿Los agentes atmosféricos influyen? Si, e Iberdrola debería tenerlo en cuenta, porque repito: el pueblo no se ha movido de lugar. Y si no hiciera dejación de sus funciones vería que el mantenimiento de sus infraestructuras es más que insuficiente, visible por ejemplo en el deterioro de cableado y postes, que resulta evidente incluso para los que somos neófitos en la materia.
A día de hoy, y después de ponernos en contacto en diversas ocasiones con Iberdrola, y teniendo abiertas dos reclamaciones, no he obtenido ninguna respuesta razonable, y mucho menos satisfactoria. Sencillamente vergonzoso. Me reservo el derecho a emprender cuantas medidas estime convenientes habida cuenta del perjuicio ocasionado.
