La extraña disyuntiva: hay o no pueblo
Naturalmente aludo al Pueblo Leonés. Leía día atrás algo sobre una nueva Asociación, no sé si cultural, supongo que también, sí social y reivindicativa de un territorio. Surgía en torno a la Vía de la Plata, por lo tanto a la Región Leonesa. Si bien no fue la causante directa de este escrito, sí la espuela recordatoria. El ferrocarril abandonado, el de una región subsumida en una comunidad donde el centro de poder crece a todo tren pucelano acaparador, industrial y de desarrollo, usurpándonos posición geográfica, cada vez más descaradamente, ya era tema reivindicativo suficiente.
Nadie debe dudar que el proceder autonómico conlleva la anulación permanente de todo lo leonés, incluido culturalmente el pueblo que la ha dado soporte humano a la Vía de la Plata, lo cual ya me exigía el esfuerzo de elaboración de un recordatorio, y a ello vamos.
La extrañeza, conviene matizarlo, viene dada, por entender que a estas alturas de reproche autonómico con castiga a León saturado y pernicioso, el valor humano triprovincial leonés, regional por tanto, poco practicado, y hasta distante en ocasiones, ha desembocado en una etapa de relación convivencial de escasa intercomunicación grupal, siempre, siempre bajo presión castellana, ahora con cadenas autonomistas. El ente autonómico, sus dirigentes políticos están en ello, y no cejarán en tanto los nuestros, los colaboracionistas, sigan donde están con el empuje suicida de los leoneses.
Ante esta anómala situación de pérdida de personalidad, esto es cultural e identitaria y lo que es más grave, condicionando el modus vivendi de los leoneses a los designios de los autonomistas, quienes, con su bisojo centralismo quieren hacernos creer que todo confluye en Valladolid. ¿Qué hacer?
Debemos entender que a los llamados nuestros tenemos que alicortarlos, nada de votos ideológicos, vamos a ver si conseguimos un voto práctico defensivo de lo leonés. ¿Cuándo nos daremos cuenta que estamos haciendo el juego a la facción castellana centrada en pucela? ¡¡¡Y hasta el punto de no saber reaccionar en positivo para la Región Leonesa!!!
Si tenido en cuenta lo dañino que esto hasta ahora nos viene resultando, no somos capaces socialmente de unirnos en común Cultura Leonesa, con cierto grado de identificación entre nosotros para romper las cadenas, que requiere un camino en parte andado por las asociaciones culturales, la despersonalización nos seguirá minando hasta que se nos caiga la fachada leonesa que aún conservamos.
La faceta economicista
Veamos otra salida. La faceta economicista puede ser el congruente que desde ya nos esté señalando otra ruta: unión ante la adversidad devenida por el comportamiento de los autonomistas dirigentes que del ente está siendo.
Luchando por recuperar el bien que se dimanará por los carriles Vía de la Plata, socializando y compartiendo, es evidente que estaremos marcando un camino de unión y confraternidad triprovincial, y si las cámaras de comercio de Legio y de Astúrica, en un más vale tarde que…, “quieren comercializar” la recuperación, esto es que no se entierren en diciembre los rieles, y que empecemos a caminar por buena vía, bien basada sobre firmes traviesas. ¡¡¡Pues muy bien!!!
Por otra parte, las diputaciones provinciales deberían marcar el punto inicial desde el poder político para la recuperación regional económica. Hay que romper el dogal que nos tiene puesto el ente. Y nuestros diputados provinciales aprender a medir las ordenes centralistas, pues tal parece que ni ven ni entienden el daño –en el mejor de los supuestos– pues más grave sería estar vendidos. La participación ciudadana, además de buscar el entronque social, es la que ha de reconducir el tema, eso sí, mediante el brazo político ejecutivo, las urnas y el empuje en la calle.
Sencillez para exponerlo, dificultad política para asumirlo. Siempre condicionado a un cuándo y un cómo en las dos vertientes: pueblo y bienestar social (economicista). Ni utopía ni sueño, realidad pura y dura.
Ser o no ser… leoneses de fondo histórico y deseo perentorio.
