La Constitución de 1978, motivo agridulce y de discusión política en el pleno de Villablino
Las sesiones plenarias del Ayuntamiento de Villablino son, por norma general en esta legislatura, una balsa de aceite, donde nada es estridente ni se aparta de los buenos modos y lo políticamente correcto. Sin debates o intervenciones agrias, ni siquiera críticas. La excepción, que confirmó la norma, se produjo en la mañana del martes.
Un pleno sin asuntos trascendentales, de puro trámite, con dos puntos en el orden del día, que dan muestras de estas afirmaciones. Uno, el cambio de nombre a una calle en Villaseca de Laciana, respondiendo a una solicitud de la Junta Vecinal y según explicaron “apoyada mayoritariamente por los vecinos”, para dar el nombre de Eloy Quirós Alvarez, a la hasta ahora denominada calle El Roble.
Para rendir homenaje a este comisario jubilado de la Policía Nacional, con una amplia y reconocida labor profesional en el cuerpo, que le ha servido para recibir múltiples menciones y condecoraciones.
Y otro tan importante, el segundo, como lo era el de fijar y aprobar el calendario de fiestas locales para el año 2021. Que tuvo el respaldo unánime de los concejales asistentes, mientras que el de la calle contó con una abstención.
El tono cambió en las mociones presentadas por el grupo popular de la corporación, especialmente en la primera, “moción para instar al gobierno de España a defender el orden constitucional”. Su portavoz, Roberto González, leyó la argumentación y exposición de motivos, que son motivo continuo de atención en los medios de comunicación nacionales y en el debate político nacional. Los ataques a la Corona, al Poder Judicial, las pretensiones separatistas e independentistas de varios grupos políticos y la reivindicación de validez y actualidad de la Constitución Española de 1978, como elemento aglutinador y que nos ha permitido los 42 mejores años de convivencia y prosperidad de nuestra historia.
Mario Rivas, el único que intervino además del portavoz del PP, para argumentar su posicionamiento y el voto de su grupo, en contra de la moción, no eligió sus mejores y más acertados argumentos para defender su posición. Acusó al portavoz del PP de “traer con estas mociones genéricas sobre ideología, tensiones y división social al pleno”, tratando de afear o poner fuera del sistema una conducta totalmente lícita, para terminar diciendo que “el gobierno cumple con ese cometido de defensa del orden constitucional”.
Pero se le vio visiblemente molesto con la moción y no es comprensible, como pedirle a alguien que ostenta un cargo público previa su promesa solemne de “guardar y hacer guardar la Constitución”, que se le recuerde esa promesa y se le pida que la cumpla, puede ser motivo para generar “tensión y división social”. Quizá sea más algo de mala conciencia del urgido y de su entorno ideológico. La moción se rechazó con los seis votos del PSOE y uno de IU, y solo contó con un voto del PP y dos de C´S favorables.
La otra moción fue más alegre para el grupo de gobierno socialista, pues era una autocrítica del grupo popular a su propio gobierno autonómico pidiéndole a la Junta de Castilla y León, que actualice y mejore su página web de Turismo en el apartado que se refiere a la comarca de Laciana “escaso y malo” en palabras de Roberto González. Y fue respaldada por la unanimidad de los 10 asistentes al pleno. Una práctica, la de la autocrítica poco frecuente en el sistema inquisitorial de los partidos políticos españoles poco dados a permitir libertades intelectuales de libre pensamiento y criterio a sus cargos públicos.