La fiesta de la Carta Puebla llenó de color y actividades Caboalles de Abajo

Día del Valle de la Libertad en Caboalles de Abajo. // Luis Álvarez

Luis Álvarez

Caboalles de Abajo se engalanó y vistió de fiesta para celebrar el Día del Valle de la Libertad, en respuesta a la convocatoria de la Asociación Cultural Inculca en su quinta edición, para rememorar el hecho histórico de la concesión a Laciana de la Carta Puebla en 1270 por el rey Alfonso X el Sabio.

La asociación cultural Inculca decidió hace ya siete años que este hecho histórico de la concesión del privilegio de realengo a la comarca no debía caer en el pozo del olvido colectivo. Y organizó la primera celebración con un gran esfuerzo económico, de imaginación y trabajo personal de sus miembros y colaboradores.

La continuidad de las celebraciones en los años sucesivos fue creando el ambiente propicio en el pueblo y la comarca para que en cada nueva edición se fuesen mejorando poco a poco los atuendos, los programas, la participación vecinal, para mejor lucimiento y espectáculo.

A base de trabajos desinteresados como los realizados por el taller de costura de María José y las mujeres que la ayudaron, se fueron confeccionando ropajes, estandartes, enseñas, banderas, guirnaldas y elementos para colocar a lo amplio de todo el pueblo en un gran esfuerzo por darle una apariencia especial.

La asociación ya cuenta con más de 300 de estos elementos para distribuir y muchos vecinos han confeccionado los propios para colocar en sus casas. Los trajes de la representación son en su mayoría de la Hermandad creada para el evento. Aunque también hay muchos particulares, que han decidido confeccionar el propio.

Crear ese ambiente ha costado unos años y los vecinos han respondido magníficamente, por lo que el presidente de la asociación, Montes, recalca “el agradecimiento a la gente que colabora y que participa”. Y señala que desde la asociación “queremos diferenciar los actos de la Carta Puebla de lo que es solo el mercado medieval, no queremos que se convierta en un mercado medieval más, la conmemoración del privilegio real es lo principal”.

Para la preparación de próximo año solicitan una mayor implicación institucional, especialmente en lo económico, aunque tampoco harían remilgos ante una mayor presencia. El alcalde y varios concejales sí se dejaron ver por Caboalles de Abajo en la mañana del sábado paseando y conversando con los vecinos.

Las grichándanas doradas

La organización ha creado un tipo de galardón al que han denominado La Grichándana Dorada, que quiere hacer un reconocimiento público a las personas que a lo largo del año en curso o por una actividad continuada creen que contribuyen a dar prestigio, visibilidad, a engrandecer, a mejorar y favorecer la vida en la comarca de Laciana.

Es un reconocimiento que este año tuvieron personas particulares, por sus labores etnográficas, académicas, empresariales, de asociacionismo, sanitarias, investigadoras, musicales, deportivas. Hasta más de una treintena de personas, porque este año se cerraba el ciclo de tres años sin celebración. Todos recibieron las medallas creadas a tal efecto y pasan a tener un lugar de honor en la Cofradía de la Grichándana Dorada.

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