El Oporto primer finalista del X Reino de León
El gran partido comenzó con un tempranero gol del Oporto que gracias a un disparo desde fuera del área conseguía ponerse por delante. Los dos equipos mostraban una gran imagen y las ocasiones se sucedían.
El Real Madrid conseguía una falta fuera del área, un tanto lejana, pero que gracias a un soberbio disparo conseguía nivelar el marcador. 1 – 1. Las combinaciones y regatos fueron una constante, mostrado ambos equipos un juego muy vistoso y disputado, con momentos de calidad propia de categorías superiores.
El Madrid seguía atacando y conseguía un córner. El portero no conseguía hacerse con el balón y apunto estuvieron los blancos de conseguir el tanto. Pero fue el Oporto el que lo lograría en esa misma jugada. Los portugueses salieron muy bien a la contra y en el centro del campo ya eran 3 del Oporto contra uno del Madrid. La definición magnífica al igual que el pase del compañero por encima del defensa. El último tercio del campo lo recorrió el portugués solo frente al que al portero, al que evitó con un regate de calidad y disparaba completamente solo a puerta.
Tras el 1 – 2 del Oporto ambos equipos entraron en una fase de garra y lucha, en donde el Real Madrid ponía más calidad a sus acciones, mientras que los portugueses eran los que se encargaban de tener profundidad. A los madrileños les costaba superar la defensa rival, siempre muy bien posicionada y con rápidos movimientos de ajuste y repliegue.
Al filo del descanso el Oporto tuvo otra buenísima oportunidad. Otra vez el delantero portugués se plantaba solo delante del portero y misma maniobra, regate y disparo. Sin embargo, en esta ocasión su control se escoraba más y el disparo no encontraba portería.
Al descanso el Oporto ganaba el partido 1 – 2. Los portugueses practicaron un fútbol mucho mas directo que su rival, al que añadieron una buena colocación defensiva, eran justos vencedores de los primeros 30 minutos. El Real Madrid estaba obligado a mejorar su colocación defensiva si no quería recibir más goles, y además, encontrar la manera de profundizar en la defensa portuguesa.
La segunda parte comenzó con otra oportunidad del Oporto. Ataque por la derecha, centrochut y el balón se estrellaba en el larguero con el portero ya batido. El Madrid intentó rehacerse y apunto estuvo de conseguir el gol en una falta lejana. El centro llegaba hasta un madridista bajito que no llegó a saltar lo suficiente, de haberlo hecho la media salida del portero le había vendido.
El partido se convirtió en un toma y daca de ambos equipos, aunque en esta ocasión era el Real Madrid el que conseguía mayor profundidad pero sin mayores consecuencias. Fruto de la constancia el equipo madrileño conseguía disponer de alguna oportunidad. La más clara un lanzamiento desde fuera del área que obligó al portero a emplearse a fondo.
El Madrid se acabó haciendo dueño del partido por la necesidad del gol. Los blancos atacaban siempre y no dejaban salir al rival, recuperando el balón rápidamente. El mejor del partido era el número 8 madrileño, suya fue una buena oportunidad. Tras regatear a varios jugadores del Oporto se internó en el área y su disparo obligaba al portero a estirarse.
La defensa adelantada de los blancos apunto estuvo de meterle en un problema. En el minuto 17 de la segunda parte un balón en largo dejaba al delantero portugués yendo solo a portería, se durmió y el defensa llegó para robarle la pelota limpiamente por detrás.
El Oporto dispuso de otra muy buena ocasión de gol. El saque de un córner llegaba a un portugués desmarcado que remataba de cabeza al larguero, el rechace llegó a otro jugador visitante y su cabezazo sobrepasaba al portero pero volvía a pegar en el larguero.
El partido cobraba tintes épicos por momentos. Ambos equipos tenían oportunidades y el tiempo se acababa. Ahora el Real Madrid era el que tenía una oportunidad en un disparo desde la línea del área que volvía a demostrar que el equipo portugués tiene un gran portero para el futuro en el chico que hoy defendió los palos de su portería.
El Real Madrid se volcaba buscando el gol y disponía de varias ocasiones menores y los minutos pasaban mientras el electrónico seguía reflejan la victoria portuguesa por 1 – 2 que les metía en la final del X Torneo Reino de León.
Las prisas ya eran muy evidentes y los balones en largo denotaban la desesperación del Real Madrid que no conseguía anotar el tanto del empate. Éste pudo llegar en una mano a mano del delantero madrileño que cruzaba en exceso el balón.
El pitido del árbitro marcaba el final del partido y el Oporto conseguía llevarse el partido por el mismo marcador que cuando acabó la primera parte. Los portugueses han sido justos ganadores del partido, realizando una muy buena primera parte. Los blancos fueron mejores en la segunda pero por garra y ganas, más que por verdadero juego.
