La plaza de Cerezales acoge el viernes un concierto gratuito de Nudo Zurdo
Nudo Zurdo, uno de los grupos más importantes de la escena española, ofrecerá este viernes, 24 de julio, a partir de las 22 horas en la plaza de Cerezales del Condado un concierto gratuito como parte del ciclo intermitente de música independiente de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia.
Tras tocar este año en festivales como el BBK, el FIB o el Veral Fest, Nudo Zurdo ofrecerá en esta ocasión una actuación a la que incorporarán una sección de cuerdas y con la que harán un repaso a todos éxitos, sin olvidar los de su último disco: 'Rojo es peligro'.
Cada concierto, una sorpresa
Un concierto que hará disfrutar a los que se acercan por primera vez a su sonido y también a aquellos que ya han tenido ocasión de verles en directo, pues saben que cada concierto del grupo es una sorpresa, y más en este caso que vienen acompañados de un cello y una viola para darle toque diferente a sus canciones.
Aquella banda que grabó 'Sintética' con su pop contenido y elaborado se convirtió en el rock áspero de 'Tara motor hembra'. Luego, Leo Mateos, cantante del grupo, empezó a interesarse por los sintetizadores y el software y las posibilidades que estos le abrían para dar rienda suelta a sus experimentaciones más personales. De esa búsqueda surge su proyecto paralelo, Acuario, y también el cuarto álbum del grupo, 'Rojo es peligro'
Un disco con un sonido que sigue siendo tan perturbador como el primero, sólo que ahora ya no de forma tan evidente, sino, casi, todo lo contrario. La oscuridad y la urgencia de antes se han transformado en luz y espacio, las canciones respiran, las guitarras de Leo Mateos son detallistas y no gruesas, los bajos de Meta son melódicos y precisos, las baterías —del barcelonés vinculado a León Ricky Lavado, procedente de Standstill y nueva incorporación al grupo— son maquinales en su moderación, y los sintetizadores son parte de la clave del disco: juguetean, brillan y hacen relucir todo el conjunto. Y, sobre todo, la particular voz de Mateos, haciendo que en lugar de sonar a cambio, todo suene a precisa y elegante evolución, sorprendiendo connuevos e inesperados registros.
