La 'Natividad' de Caravaggio por Javier Carpintero: cuando todas las piezas encajan en un misterio por resolver

El pintor Javier Carpintero, junto a su reconstrucción de la 'Natividad' de Caravaggio en Palermo.

César Fernández

La desaparición del cuadro la Natividad, de Michelangelo Merisi da Caravaggio, se ha convertido en lo policíaco en un rompecabezas lleno de hipótesis. Sin embargo, en lo artístico todas las piezas encajan en un proyecto convertido en exposición liderado por el pintor zamorano afincado en la comarca del Bierzo Javier Carpintero. La conexión todavía no concretada en ninguna investigación llegó en lo pictórico de la mano del historiador del arte Michele Cuppone, que vio en la particular forma de 'deconstruir' el arte barroco de Carpintero una manera de 'reconstruir' la célebre obra. El resultado es Caravaggio desmembrado, que se puede visitar hasta el 10 de marzo ensamblada precisamente sobre el bastidor que sujetó la obra original en el Oratorio de San Lorenzo de Palermo.

Nada en los detalles de esta exposición es fruto de la casualidad. Su estreno tuvo lugar el pasado 17 de octubre, precisamente el día del año 1969 en que la obra original fue robada. Los ladrones dejaron el bastidor tras separar el lienzo con una cuchilla. A partir de ahí el caso entra en una nebulosa que incluye entre las hipótesis que el cuadro fuera quemado o sirviera de pasto a los cerdos en un pocilga hasta cobrar fuerza la posibilidad de que estuviera en manos la mafia. Hay indicios que apuntan a que el cuadro fue troceado. “En los años sesenta se hacía mucho: cortar cuadros para venderlos”, señala el propio Carpintero, que llevaba tiempo sometiendo precisamente a fragmentaciones a obras pictóricas del Barroco. Hasta en 54 partes ha dividido una reproducción propia de la Natividad. ¿Por qué? Son tantas piezas como los años transcurridos desde el robo.

Sí fue casual la chispa que desató la exposición. Profesor de Dibujo del Instituto de Educación Secundaria Europa de Ponferrada, Javier Carpintero se encontraba de año sabático en Roma cuando asistió a un acto protagonizado por el especialista en la obra de Caravaggio Michele Cuppone, quien vio una clara relación entre la forma de trabajar sobre el Barroco del artista afincado en el Bierzo y una de las hipótesis sobre el destino de la Natividad con los santos Lorenzo y Francisco. Fue el comienzo de una relación y el fin del año sabático. Carpintero se pasó cuatro meses trabajando ocho horas diarias para llegar a tiempo y Cuppone se convirtió en comisario de una muestra dispuesta en la sacristía en la que los ladrones dejaron el bastidor y donde se supone que cortaron la tela. El lugar original del cuadro está ocupado por una copia en alta resolución realizada precisamente en España.

Haber trabajado sobre el bastidor original en la sacristía del templo tiene un valor añadido que se acerca al terreno de la mística. “Lo considero casi un fetichismo: como si fuera una reliquia sagrada”, cuenta Carpintero sin descolgarse de ese tipo de terminología al detallar la faena acometida. El proceso, “largo y laborioso”, comenzó con la realización de una reproducción “lo más exhaustiva posible” teniendo en cuenta el hándicap de “las pocos fotos que hay en color”. La segunda parte fue el propio desmembramiento. “Y cortar para mí es como un ritual”, insiste para referirse a la “constancia” como factor imprescindible durante los meses de trabajo que concluyeron con la fase más complicada, el montaje, que adoptó un formato tridimensional para prácticamente convertir una en escultura una pintura de 2,70 x 2 metros.

El tirón de una “rock star” del Barroco

Carpintero, cuya detallista labor de diseño, desmembramiento y montaje se puede ver resumida en un vídeo realizado por Marino García con la productora asentada en Ozuela (Ponferrada) Piensan las manos, no oculta que se ha aprovechado de un doble tirón. El primero es el que inspira el propio autor. Caravaggio es “una rock star” en Italia: “Y aquí en España no sucede lo mismo con la importancia que se le puede dar a Picasso o Velázquez”. El segundo tiene que ver con el halo de misterio que rodea a la propia obra y su destino tras el robo: “Hay muchas teorías en torno a lo que ha sucedido. El cuadro es muy mediático en Italia”. La exposición está organizada por la asociación Amici dei Musei Siciliani en colaboración con el Instituto Cervantes de Palermo.

El tirón ya se deja notar en forma de visitas a Caravaggio desmembrado, que ha prorrogado su apertura hasta el 10 de marzo aprovechando que el propio templo es “un centro turístico importante”. “Me gustaría que pudiera moverse por otras ciudades”, añade el autor con una preferencia por Roma, el lugar donde el maestro del Barroco pintó el cuadro en el año 1600. Carpintero, que de entre las hipótesis ofrecidas ve como un mal menor que estuviera en manos de la mafia y no hubiera desaparecido en una pocilga como alimento para los cerdos, también considera posible el viaje de la obra a España. El pintor y profesor lleva años afincado en Los Barrios, un pequeño enclave del municipio de Ponferrada lleno de casas blasonadas e iglesias, algunas de ellas del mismo estilo Barroco germen de una historia con su propia paradoja: la de que todas las piezas encajen en un misterio por resolver. 

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