Balboa, el pueblo de León con 60 habitantes que acoge tres exitosos festivales de música cada verano

Una de las ediciones del festival Reggaeboa.

Sara Lombas

1 de julio de 2023 10:54 h

La comarca leonesa del Bierzo alberga una insospechada meca festivalera. Balboa es un pueblo de 63 habitantes, según los datos del INE del año 2022, que acoge cada año la celebración de tres festivales que atraen a miles de personas en total durante el verano. El Observatorio, el Reggaeboa o el Vibra Balboa se celebran en esta pequeña localidad de la llamada España vaciada que rebosa vida durante varios fines de semana.

Todo comenzó en 2010 con la celebración del primer festival en Balboa, el Reggaeboa, organizado por el que es hoy en día también concejal de cultura del Ayuntamiento; Amal Gutiérrez. Después llegó el Vibra Balboa, que este año cumple su sexta edición y, finalmente, en 2019 aterrizó el festival Observatorio.

La importancia de una infraestructura

Para Amal, la presencia de estos tres festivales en Balboa tiene una explicación que se remonta hace 30 años, cuando comenzó a celebrarse en el municipio la Noche Mágica el día de San Juan que llegó a atraer a 2.000 personas en sus ediciones más relevantes y que sigue celebrándose a día de hoy.

Ya que aquella celebración crecía el Ayuntamiento construyó en 2006 un auditorio en la parte alta del pueblo con el espacio suficiente para albergar a grandes grupos de gente. Además, en las tradicionales pallozas de Balboa ya se realizaban conciertos de música: “Siempre ha habido mucho movimiento en ese sentido en el pueblo y una vez que tienes los espacios la gente viene por la Noche Blanca o por otras fiestas y se interesan por ese escenario”, valora Amal.

Pero aquel auditorio de apariencia rural y naturalista se usaba apenas dos veces al año y Amal, que trabajaba como técnico de sonido, decidió unirse con otros dos amigos del 'mundillo' y juntos crearon en 2010 el festival Reggaeboa, un evento marcado por la música reggae y una cita que fue creciendo hasta convertirse en lo que es hoy; uno de los festivales más reconocidos de la provincia que ha conseguido celebrarse durante 12 años desde 2010, solo interrumpido por la pandemia de covid-19.

Este año se celebra del 28 al 30 de julio  con una docena de artistas en cartel que lidera Turbulence y Nattali Rizze y otros conciertos y talleres por el día al lado de la playa fluvial para los que no hace falta entrada. Hace años que ya no piensan en crecer, colocando un límite de aforo en las 1.500 personas que cumplen muchos años y que llenan Balboa y su entorno desde diferentes puntos de la geografía española.

La magia de Balboa

“Todo comenzó con un grupo que dio con un sitio tan bonito como Balboa”, resume uno de los organizadores del festival Vibra Balboa, Carlos Argibay, quien llegó a Balboa en 2010 como integrante de un grupo de música que iba a tocar en un concierto solidario en el auditorio: “Vimos un escenario impresionante, hecho por ellos y nos quedamos encantados. Cuando viajas conoces muchos sitios bonitos, pero pocos de ellos mágicos. Balboa lo es y su magia real son las personas”.

Tan impactados quedaron con Balboa y el pueblo con ellos que al año siguiente volvieron a llamarles como grupo de música para la Noche Mágica. En esta segunda visita conocieron al dueño de la Palloza de Chis, un lugar en el que ya se realizaban actividades musicales. Fue lo que necesitaron para decidirse a organizar ellos mismos un festival en la localidad, con la experiencia previa de haber organizado numerosos eventos anteriormente.

Así nació en el año 2011 el Vibra Balboa que este año regresa con fuerza del 31 de agosto al 3 de septiembre después de seis años sin celebrarse: “Ha sido un parón natural. El festival estaba llegando a un aforo que con nuestro modelo no podía ser. Hacían falta recursos para adaptar un nuevo modelo y en aquel momento era mucho. Premiamos mucho más la estabilidad del grupo humano que lo forma y paramos. Fue lo más sensato porque ahora que hemos vuelto lo hacemos con muchísimas más ganas”, cuenta Carlos.

Este año, su cartel está protagonizado por casi veintena de grupos en el cartel como la música balcánica de Dunkelbunt, Chotokoeu o Fanfarria Taquikardia. Además de las propuestas musicales cuentan con varios talleres.

Algo que destaca Carlos a la hora de llevar a cabo este festival ha sido la disposición del Ayuntamiento para celebrar este tipo de eventos: “Es algo increíble lo que nos encontramos, no suele pasar así. En el Ayuntamiento entendieron que lo que suponía esto era poner el pueblo al servicio de la gente que quiere poner en valor Balboa. No me gusta el término 'España vaciada' pero la realidad es que hay pueblos que se están quedando sin gente y sin embargo no encuentras sitios que estén así de dispuestos”.

No me gusta el término 'España vaciada' pero la realidad es que hay pueblos que se están quedando sin gente y sin embargo no encuentras sitios que estén así de dispuestos

Carlos Argibay, organizador de Vibra Balboa

Este organizador valora que el aterrizaje de los festivales pequeños y medianos a los pueblos crea “un intercambio cultural interesante. Y, además, la llegada de gente de fuera, con lo que beneficia eso al pueblo y a la zona con que, por ejemplo, Balboa tenga una farmacia, que es algo que otros pueblos de 1.000 habitantes no tiene”.

La relación con el pueblo

Precisamente en base a este intercambio, los organizadores del festival Vibra Balboa le dan una importancia especial a la gente del pueblo: “El festival se hace por la relación que se tiene con la gente de Balboa, que es muy auténtica. Hay personas del pueblo que no conozco pero con quienes tienen negocios, que participan más activamente en la realización del festival, tenemos una colaboración estrecha. Les preguntamos qué les parecía que hiciésemos el festival y nos respondieron 'gracias'. Todo el mundo lo agradece y nosotros intentamos estar al nivel de Balboa. Allí todos son artistas, lo cuidan todo y son muy exigentes”.

El respeto por la gente del pueblo es también uno de los pilares del tercer festival de la localidad, el Observatorio, que se celebra del 29 al 1 de julio y que nació en 2018 de la mano de un grupo de amigos madrileños, con ganas de crear un proyecto musical diferente, que visibilizase a los pequeños músicos que pasan inadvertidos en los carteles de otros eventos, y ubicado en una zona rural. Por ello, fijaron su vista en la provincia de León: “Una chica que formaba parte de la organización durante los primeros años nos habló de la zona”, cuenta Javier. Su primer objetivo fue Riaño pero, finalmente, se decantaron por esta localidad que ya tenía experiencia con los festivales.

Los organizadores quedaron tan satisfechos con la acogida que no se plantean celebrarlo en otro lugar: “La relación con el pueblo es increíble. Son 60 vecinos, conocemos a la mayor parte de ellos de manera directa. También el Ayuntamiento nos ha ayudado mucho facilitándonos la organización”, asegura Javier. Este año su cartel lo forman artistas como Amore, Belako o Ciutat y que recibe este año a 750 personas.

La necesidad de un modelo más pequeño de festival

Ante el auge de festivales que vive España, y que se aprecia en menor medida en la provincia de León con eventos de carácter más independiente y alternativo, Javier defiende un modelo de festival pequeño y respetuoso ante los macro festivales: “Para nosotros es muy importante ser respetuosos con los recursos y con la gente y no saturar. Creo que los festivales de tamaño pequeño y mediano nutren un montón al sector y a la escena”.

Coincide con él Amal: “La sociedad cambia y la gente se acaba dando cuenta de que los festivales multitudinarios no son sostenibles, el público está allí como ganado. Un festival pequeño es bueno para la economía de la zona y con un público respetuoso la gente está ya habituada y contenta”.

“Nosotros buscamos más calidad que cantidad”, defiende Carlos, cuyo festival recibirá este año a unas 800 personas, “Queremos aportar un futuro, un impacto a largo plazo, que dure en el tiempo. Las iniciativas musicales no van a saturar si están bien organizadas en cada zona para que el público sea diferente. Hay que encontrar el equilibrio y recordar que al final las bandas necesitan un escenario pequeño para hacerse grandes”.

Toda la información actualizada sobre los carteles y la compra de entradas de estos y otros festivales de la provincia de León la puedes encontrar en este artículo.

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