El teléfono vuelve a sonar para el turismo rural de León pero la voz al otro lado denota incertidumbre
Los meses de enero y febrero son fríos en la provincia de León y salvo los amantes de la naturaleza y del deporte de invierno pocos son los que se atreven a hacer turismo en esa época. Marzo, Semana Santa y los puentes del Día de Castilla y León y el 1 de mayo suelen marcar el inicio de la actividad turística en la provincia. No así este año, cuando la pandemia de coronavirus obligó a los 500 alojamientos rurales a cerrar sus puertas a cal y canto: nevara, lloviera o hiciera sol.
Los teléfonos han vuelto a sonar estas semanas, pero las voces al otro lado denotan una tímida ilusión por salvar al menos las vacaciones de verano y mucha incertidumbre de si podrán ser o no como las de años anteriores. La poca y dispersa población de la provincia puede ser un reclamo, junto a su patrimonio al aire libre, para las personas que busquen paz y tranquilidad después de meses encerrados en casa, presos de alguna ciudad y el teletrabajo.
La desescalada del confinamiento propuesta por el Gobierno de España y las Comunidades Autónomas prohíbe, por ahora, el desplazamiento entre provincias y comunidades. Algo que estaría perjudicando gravemente a León, que se nutre de las visitas de ciudadanos de Asturias, Galicia, Salamanca y Madrid, principalmente. “La mayoría de la gente en León tiene pueblo. Estas semanas ha habido desplazamientos a zonas de montaña, pero no turismo rural”, manifiesta el secretario de la Asociación Leonesa de Turismo Rural (Aletur), Jesús del Río.
Los peores pronósticos calculan que el 30% del tejido del turismo rural de León desaparecerá tras la crisis del coronavirus
Las perspectivas de los meses estivales, reconoce, son “malas”. “La gente no va a rechazar el turismo de sol y playa, que está inflando los precios. En León tendremos unos 20 o 30 alojamientos rurales con piscina. El resto... No hay reservas ni peticiones de información porque falta confianza. A lo mejor no nos dejan ni movernos”. De seguir así, “el 30% del tejido del turismo rural de León desaparecerá”. Lo conforman mayoritariamente autónomos o pequeñas empresas que no viven de ello, pero que ven complementada su economía familiar.
Los empresarios ofrecen mano tendida a las administraciones para encontrar una vía que ayude a superar la situación
La salvación pasaría por la “promoción”: “Si no te conoce la gente no puede venir a verte”, y para eso necesitan a las administraciones públicas. “Nos reunimos, proponemos cosas, escuchamos las que nos hacen, pero de lo que se habla no se hace nada”, reprocha, mientras que sus principales competidoras han inyectado ya 8 millones para promocionar Asturias, cerca de 5 Cantabria y 2 La Rioja. No obstante, del Río ofrece “mano tendida” para encontrar una vía que ayude a superar la crisis económica derivada de la sanitaria.bierzo.com
'A ver lo que pasa...' La frase más repetida por visitantes y empresarios
'A ver lo que pasa...', dudan los interesados en reservar una estancia en la provincia de León. 'A ver lo que pasa...', repiten los empresarios a este medio. Unos y otros están a la expectativa de la situación epidemiológica de la provincia y del resto de España sin saber si las medidas de la 'nueva normalidad' anunciadas por el Gobierno se mantendrán en el tiempo o irán variando en las próximas semanas, si hay nuevos repuntes y hay que endurecer la movilidad o volver a la cuarentena...
Babia, lo tiene todo: rutas de montaña, lagos, ríos, valles y gastronomía, lejos del barullo
El gerente del Hostal 'Picos Blancos' de La Cueta, una pequeña localidad de la comarca de Babia, intensifica las labores de desinfección de su establecimiento para tratar de “arrancar otra vez” con el negocio. Estos meses han supuesto para él “un palo muy fuerte” pero confía en que la gente “apueste por las zonas rurales, lejos del barullo”. El suyo es un negocio que únicamente tiene 3 habitaciones, que ofrecen “tranquillidad, cercanía y trato familiar” a quienes se acerquen y en un marco “incomparable” que lo tiene “todo”: rutas de montaña, lagos, ríos, valles, gastronomía.
Los vecinos de Cubillas de Arbas se vuelcan con el Hotel Rural 'Rio Viejo': En vez de comer en su casa, con su familia, vienen aquí
En el Hotel Rural 'Río Viejo' de Cubillas de Arbas, en la montaña central, está Ana Cañón, que reconoce no tener “ni idea” de lo que le espera los próximos meses. “Nosotros vivimos todo el año del turismo de verano porque a partir de otoño y en el invierno no viene nadie”. Por ahora, son pocos los que se atreven a preguntar por una estancia en su alojamiento. “Tengo una murciana que viene todos los años pero ni ella ni yo sabemos si se va a poder mover”. Para compensar las escasas reservas que van llegando, los vecinos se han volcado con el negocio. “En vez de comer en su casa, con su familia, vienen aquí. No nos podemos quejar en ese sentido”.
Cuando pase el verano podremos hacer una valoración de cómo ha ido, se manifiesta cauto el propietario del Hotel Rural 'Las Fontaninas' de Noceda
Miguel Sánchez del Hotel Rural 'Las Fontaninas' de Noceda, en el Bierzo, prefiere ser precavido. “Cuando pase el verano podremos hacer una valoración de cómo ha ido. Esta situación nos ha hecho un siete grande... Todo el mundo dice que el turismo rural va a ser la opción más elegida por la gente pero hasta que no lo vea no me lo creo”. Ve la clave para superar la crisis en “la empatía”.
Ellos ya han puesto de su parte. A todos los que llaman les garantizan la cancelación sin coste en caso de que la situación empeore y no puedan cumplir con lo reservado. Están resignados a que esa sea su nueva forma de trabajar, al menos hasta que haya una vacuna contra el virus.
