Triana: “Me da pena escuchar a testigos que han venido a decir mentiras y que no me conocían”

En su derecho a sus últimas palabras, la acusada ha insistido en “el incidente que pasó con Isabel en su casa”, refiriéndose al acoso sexual sufrido por Carrasco al que ella se negó, y que no fue capaz de confesar hasta meses después.
Triana ha relatado cómo se encontró cómoda con el forense y psiquiatra que la visitaron en el módulo de enfermería de la prisión, tanto como para confesarles el acoso sexual que sufrió a manos de Isabel Carrasco, supuestamente, y que sólo haba confesado a su madre.
La acusada ha reconocido que le ha dado “mucha pena escuchar a los testigos que han venido a decir mentiras, que han dicho que casi no me conocían, o que no eran amigos. También otros que no han querido venir, que han estado ausentes”.