El tráfico pesado creció un 3,8% en la León-Astorga en lo que va de año

Carretera autovía AP-71 León-Astorga

J.A. / Ical

Una rebaja del 50 por ciento en el peaje de las autopistas AP-1 y AP-6 podrían desviar de media un 17 por ciento del tráfico pesado que actualmente circula por la N-I entre Burgos y Miranda de Ebro y por la N-VI, en Segovia, lo que podría evitar el paso por la travesía de San Rafael. Esta política de descuentos, que se ensayó durante casi cinco meses a finales de 2015, exigió un desembolso del Ministerio de Fomento de unos 30.000 euros diarios para compensar a las concesionarias de estas dos vías de pago.

Esta experiencia, que Fomento no prorrogó en 2016 y este año, como pedían los transportistas, demostró la efectividad de la política de descuentos para que el tráfico pesado -cuatro o más ejes- opte de forma voluntaria por las autopistas en lugar de las nacionales. Ahora, la Junta y el Ministerio tratan de diseñar una alternativa para la N-VI y la N-I ante un problema de seguridad, que el Gobierno autonómico no detecta en las otras cuatro carreteras con una autopista paralela en la Comunidad.

Aquel plan piloto, que además de la AP-6 y la AP-1 se aplicó también en la AP-66 (León-Campomanes), generó un incremento medio del 17,7 por ciento del número de vehículos pesados que optaron por las autopistas. De hecho, esta medida requirió 4,56 millones en la Comunidad, que permitió dirigir más de 145.500 camiones de las vías convencionales a las autopistas, con rebajas de entre el 30 y el 50 por ciento, en función del tramo recorrido.

De momento, el Ministerio y la Junta no han precisado los detalles de la operación que ultiman en estos días, si bien el Gobierno autonómico insiste en que es una competencia del Ejecutivo central, aunque se ha comprometido a participar en la solución. Además, la concesión de la AP-1 (Burgos-Armiñón) expira en noviembre del próximo año y Fomento ha garantizado que no se prorrogará y que la vía se integrará en la Red de Carreteras del Estado, aunque no ha precisado si cobrará o no por su uso.

En lo que va de año el tráfico pesado creció más de un cinco por ciento en la AP-1 y la AP-6, un porcentaje superior al 4,8 por ciento registrado en el conjunto de las seis autopistas de Castilla y León, que suman más de 320 kilómetros y que rozan una intensidad media diaria de casi 2.000 camiones y autobuses. Destaca el aumento experimentado por la AP-61 (Segovia-San Rafael), con un 10,17 por ciento, seguido del ocho por ciento de la AP-51 (Ávila-Villacastín); el 6,5 por ciento de la AP-6; el 5,08 por ciento de la AP-1; el 4,2 por ciento de la AP-66 y el 3,8 por ciento de la AP-71 (León-Astorga).

Plan Piloto

Respecto al plan piloto, en el caso de la AP-6, Villalba-Villacastín, se contabilizaron en 2015 un 22,4 por ciento más de vehículos pesados, en total, 446.072. Por tanto, Fomento logró el desvío adicional de 81.737 camiones. El ahorro de coste estimado por el Ministerio para este tramo era de 1,14 euros por vehículo y recorrido. Además, los transportistas que tomaron la alternativa de pago se ahorraron 17 minutos de conducción con respecto a los 62 minutos estimados para el recorrido por la carretera N-VI.

Asimismo, un total de 369.052 vehículos circularon entonces por el tramo de la AP-1, entre Rubena y Armiñón, lo que supone un 11,4 por ciento más, frente a los 331.261 de un año antes. El ahorro estimado por el Ministerio para este tramo fue de 9,46 euros por vehículo y recorrido. Los transportistas que utilizaron la alternativa de pago se ahorraron diez minuto con respecto a los 54 minutos previstos para el recorrido por la N-I.

Otros acuerdos

El acuerdo que busca Castilla y León con Fomento sigue los pasos del que se acaba de cerrar entre el Ministerio y La Rioja, donde se establece el desvío de vehículos pesados tipo 2, del tramo de la N-232 entre Zambrana y Tudela, hacia la AP-68. Para ello, se bonifica la tarifa a cobrar en un 75 por ciento, siempre que realicen movimientos internos y utilicen como forma de pago del peaje el sistema Via-T.

También se aplicará en este tramo una bonificación del 71,25 por ciento a los vehículos de largo recorrido que ya circulasen por la autopista y a aquellos vehículos pesados tipo 2 con movimientos internos entre Zambrana y Tudela que no dispongan de Via-T.

Este convenio, pendiente de ser aprobado por el Consejo de Ministros, tiene su precedente en la puesta en marcha en el año 2013 en Gerona del desvió de camiones hacia la AP-7 en el tramo de la N-II entre Maçanet y La Junquera. Esta actuación logró reducir un 75 por ciento el número de accidentes de tráfico mortales, según datos del Ministerio.

También, la Xunta de Galicia y el Gobierno financian desde hace años al 50 por ciento el peaje de la AP-9 de Rande y A Barcala, con un desembolso anual de 14 millones. Además, la Junta de Andalucía liberó en 2005 del pago a los usuarios de la AP-4 o Autopista del Sur, garantizando de este modo un itinerario libre de peaje entre Cádiz y Algeciras, alternativo a la N-340.

Finalmente, existe un principio de acuerdo entre la Generalitat de Cataluña y el Ministerio de Fomento para prohibir a partir del próximo mes de enero la circulación a camiones en la N-340, carretera que discurre por todo el corredor mediterráneo, para que opten por la AP-7, abonando el correspondiente peaje con una bonificación que oscilaría entre el 42,5 y el 50 por ciento, según el tramo a utilizar.

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