El servicio de rayos del Hospital de León lo tiene claro, trabajar de noche es “horrible”

Elena Flores, enfermera del servicio de rayos del Hospital de León

David Gorgojo

Elena Flores es enfermera en el servicio de rayos del Hospital de León. Lleva 25 años en la profesión y ha pasado por todos los departamentos y horarios posibles. En la actualidad no realiza muchos turnos nocturnos, “unos seis al año” confiesa, pero durante su largo periplo profesional ha trabajado en muchas ocasiones por la noche. Confiesa, no obstante, que para ella no es demasiado problema, “me acostumbro bien a dormir durante el día, aunque no me gusta nada trabajar en horario nocturno”.

Para ella la noche no tiene que ser para trabajar, “a esas horas me gusta tomar algo con los amigos o dormir”, pero sabe que con su profesión no le queda otra “sabes que tienes que hacerlo, un hospital nunca descansa”. Aún así se muestra contenta por pertenecer al departamento de rayos, “el servicio de Urgencias del Hospital de León es el peor sitio donde trabajar de noche”. Elena Flores reconoce que es muy diferente trabajar de día y de noche, “es más tranquilo y las cosas que te pasan por las noches son muy diferentes, se ven muchas agresiones y niñas de 13 años borrachas”.

Además, para Elena Flores el salario no compensa, “la diferencia son unos 32 euros brutos, por ese dinero no vengo a pasar aquí la noche”, asegura, también, que siempre ha sido así, aunque depende de en donde se trabaje, “en primaria es diferente porque te pagan por hora de guardia y la diferencia sí que se nota”.

En cuanto a las relaciones personales, Elena Flores asegura que “a mí no me afectan, pero es que no tengo pareja, los que tienen niños, un poco, pero se reparten y ese día se queda su pareja con ellos, por ejemplo”. Aunque no todo el mundo es así, comenta que “hay dos compañeros que llevan veintitantos años trabajando juntos en el mismo turno y se bromean diciendo que duermen más ellos dos juntos que con sus parejas”. Sin embargo, el hecho de trabajar de noche permite que conformen más relaciones personales en el trabajo, “somos como una familia” reconoce.

Elena Flores se define como una persona “rara” y es que para ella los periodos de sueño no son un problema, algo que no comparten todos sus compañeros, “algunos son incapaces de dormir por el día, bajan las persianas, desconectan los móviles y demás, y aún así solo duermen dos horas; yo duermo con la persiana arriba aún durmiendo de noche, para poder levantarme al día siguiente”. Reconoce que trabajar de noche afecta a la salud, “te rompe tu biorritmo”, aunque no se muestra demasiado conformo, por lo menos en su caso. Sin embargo algunos compañeros del servicio se muestran más convencidos, “dile que ponga que es lo peor” comenta uno. Otro, que se llama Juan, se aventura rápidamente a informar de que “cuando éramos Insalud sacaron dos veces la directriz de que estaban prohibidos los turnos fijos de noche, pero este hospital se lo saltó siempre”. Otra, Paloma, reafirma que “hay turnos, cuando se trabaja noche sí, noche no, que te trastocan todo, no sé cómo la gente lo aguanta”.

Las obras en el Hospital

Sin embargo todos, incluida Elena Flores, están de acuerdo en que hay algo peor que trabajar de noche, sufrir las obras que ha vivido el Hospital de León “sin poder moverte porque trabajas aquí” reconoce. “Los trabajadores las hemos llevado muy mal”, todos tiene anécdotas sobre las obras y alguno se aventura a calificarlas como “una vergüenza, por fuera todo está muy bonito pero hay departamentos que están fatal”. Elena Flores reconoce que “he visto a pacientes que llevaban en camilla y les caía el polvo del techo encima”, o me cuenta como en una ocasión “estuve trabajando mientras tiraban una pared al lado, teníamos tanto polvo que decidir recolocar a los enfermos en otro pasillo lejos de aquí y me tocó darme muchos paseos de aquí para allí para atenderlos”.

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