Se secan tres de los seis únicos árboles en la amplia nueva calle entre el Espolón y La Palomera
Con más de dos años de retraso, después de expropiaciones, derribos y otras, en el arranque de este verano abría por fin al tráfico y al paseo la nueva y amplia calle urbanizada entre la plaza del Espolón y el barrio de La Palomera en la capital leonesa, un tramo de la llamada Ronda Interior que corre paralelo a la muralla de la ciudad en las calles Carreras y Los Cubos.
Desde el momento de la presentación del proyecto original, en 2021, ya se desveló que a pesar de las grandes dimensiones que tendría este nuevo vial y zona de tránsito también peatonal, tan sólo se iban a plantar en la zona seis ejemplares de árboles para dar sombra. Una cuantía muy escasa, teniendo en cuenta que según los datos oficiales del proyecto ofrecidos por el Ayuntamiento de León, la obra de la nueva calle de la ciudad ocupa más de 8.200 metros cuadrados. De ellos, más de 3.700 son de acera.
Efectivamente, cuando hace apenas un mes se retiraron las vallas de obra y se daba por abierto el nuevo espacio urbano de León, se pudo apreciar que se habían plantado apenas esos seis árboles, todos ellos de un tamaño y porte muy pequeños. Cuatro están agrupados más o menos en el medio de la calle y junto a unos aparcamientos en batería, mientras que los otros dos se situaron hacia el final del vial, cerca ya de la calle Perales.
Apenas transcurridas estas semanas, de los seis ejemplares plantados, tres ya aparecen secos, ante el asombro de vecinos y transeúntes, especialmente en estos días de acumulado y creciente calor en la ciudad. Muchos ya habían manifestado sus críticas por el hecho de que la zona presentara apenas un árbol por cada 1.367 metros cuadrados de calle urbanizados.
Los alcorques de todos ellos cuentan, supuestamente, con un sistema automático de riego. Pero aún así la mitad del escaso número de ejemplares arbóreos instalados en esta nueva calle aparecen ya con un color de hojas ocre que indica que están secándose y no crecerán.
La obra fue cofinanciada por los fondos Feder europeos del Plan Edusi León Norte y el contrato recayó en la empresa Aban Integral SL, por un importe de adjudicación final de prácticamente 1,5 millones de euros (1.492.141,39 euros en concreto). Cabe recordar que la obra en sí, junto con todos los elementos de urbanización y los raquíticos espacios verdes, tienen aún por delante un amplio plazo de garantía.
Los magnolios de jardinera del centro peatonalizado
Esta 'maldición' de árboles muy escasos en número y además que no aguantan verdes mucho tiempo no es nueva ni por asomo en las obras ejecutadas por el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de León de los últimos años. Ya llamó mucho la atención el hecho de que en tres céntricas calles del entorno de Ordoño II peatonalizadas -Gil y Carrasco, Alfonso V y San Agustín-, la práctica totalidad de los magnolios que se instalaron, para más inri en jardineras y no en el suelo, también se secaron transcurrido poco tiempo desde su plantación, por lo que tuvieron que ser sustituidos.