La Plaza del Grano amanece inmaculada tras una masiva protesta
Son habitualmente dos las concentraciones de carácter masivo que se producen en la tradicional Plaza del Grano de León: una cada noche de Jueves al Viernes Santo con motivo de la celebración de Genarín y en la jornada de San Froilán cuando cientos y cientos de personas acuden a disfrutar de los carros engalanados. Alguna otra fiesta o cncierto esporádicos o el recuperado mercado de La Melonera o algunas procesiones que parten o llegan a este neurálgico punto del Casco Histórico completan el resto de las jornadas de gentío en la plaza.
Pero tras la protesta masiva de ayer convocada por la Plataforma Salvemos la Plaza del Grano, a la que asistieron más de 2.000 personas, supone una concentración que tan sólo superan Genarín y en algunas ocasiones San Froilán. Sin embargo, el aspecto con el que amaneció hoy la plaza, escasas 10 horas después de la afluencia de dos millares de leoneses, nada tiene que ver con aquellos otros momentos.
Porque el tradicional empedrado que los impulsores de la manifestación quieren proteger del polémico proyecto de reforma municipal amaneció totalmente inmaculado, limpio como pocas veces, gracias al esfuerzo de los convocantes y asistentes por no tirar el más mínimo desperdicio o recoger los que accidentalmente pudieron permanecer en su valioso pavimento.
La estampa que identifican las imágenes tomadas a las nueve de la mañana de hoy viernes contrasta enormemente con las que quedan tras los grandes eventos festivos que tienen esta plaza como protagonista. Anoche aún poco antes de las doce de la medianoche permanecian no menos de 200 personas, muchos de ellos pertenecientes al movimiento Bici Crítica, que se habían sumado al final de la protesta.
