El obispo de León niega que el Papa les encargase investigar nuevos abusos sexuales y pide que se presenten denuncias

El obispo de León, Luis Ángel de las Heras, en el centro, hoy en una rueda de prensa en la Catedral de León. / Campillo / ICAL

Niegan la mayor: el Papa Francisco no ordenó a 24 obispos españoles que le visitaron la semana pasada una investigación exhaustiva de los 251 nuevos casos de abusos sexuales y pederastia, 14 de ellos en las diócesis leonesas de León y Astorga que conviven en la provincia de León, y recogidos en un exhaustivo informe entregado por el periódico El País.

Así lo niega el obispo de León, Luis Ángel de las Heras, uno de los miembros de la comitiva diocesana española que bajo el nombre de Ad Limina fue recibida en audiencia por el Papa en la Ciudad del Vaticano la semana pasada y tras la que trascendió que los prelados habían recibido la orden de dar crédito y desentrañar responsabilidades por aquellos hechos denunciados ocurridos en las últimas décadas, así como resarcir posibles daños causados a las víctimas.

Pero De las Heras aseguró hoy que “a nosotros -por los obispos- durante la visita no nos ha dicho absolutamente nadie nada sobre este asunto”. “Conocí que había habido un informe publicado por la noticia que saltó el domingo, cuando ya había concluido la visita, por lo tanto allí no se nos dijo nada”, aseguró.

“Ninguna consigna especial”

Por eso, en una declaración que tenía preparada por escrito por si le preguntaban tras una rueda de prensa de la restauración de unas obras de arte del Museo Diocesano de León, el prelado quiso “aclarar que el informe del periódico El País no ha provocado que se abra ninguna investigación inédita sino que el Papa, como el cardenal Omella -presidente de la Conferencia Episcopal de España- han seguido el protocolo marcado por la Santa Sede para canalizar cualquier denuncia de cualquier persona o institución”, rechazando haber recibido “ninguna consigna especial o que tengamos que hacer nada que no tuviéramos que hacer antes de esta noticia”.

En este sentido, detalló cuál está siendo, y seguirá siendo, su labor ante esos posibles casos: “Que cualquier información se nos comunique, que se entregue a las oficinas de Protección de Menores y Prevención de Abusos en las diócesis y las congregaciones religiosas para poder realizar la investigación que sea procedente en función de la información recibida”.

Sólo testimonios “de buena voluntad”

Eso sí, abrazó, remarcándolo, que se asumirán aquellas declaraciones que sean “de buena voluntad”, y por lo tanto entienden que sólo aquellas “que tengan como objetivo ayudar a las víctimas y terminar con la lacra de los abusos de poder, de conciencia y sexuales cometidos contra menores o adultos en situación de vulnerabilidad”. Por ello, además insistió en “pedir perdón y ofrecerles lo necesario para reparar el daño causado en cada caso; y más cuando se ha ocasionado por personas de las que se esperaba que fueran mediadores de gracia y no artífices de desgracia”, en relación a los sacerdotes.

Pero también quiso avanzar que llegar a conclusiones en algunos casos puede resultar “muy difícil”, porque “algunos casos señalados en el periódico son casos en los que los responsables del colegio han fallecido o el supuesto abusador ha fallecido”.

Un refuerzo para estos casos en León

Remarcó de las Heras el mensaje de la Conferencia Episcopal, en el sentido de que “la Iglesia insiste en la importancia de denunciar los abusos” y animar “a todas las víctimas a presentar sus denuncias en las instituciones jurídicas, canónicas o sociales que mejor se adecúen a su voluntad”, motivo por el que en la Diócesis leonesa se está “reforzando el Servicio de Acogida y Escucha de Víctimas con nuevos responsables que ayudan en esta tarea, que tenemos que hacer con dolor y al mismo tiempo con mucha esperanza”.

Contradicciones

Respecto a los 14 casos leoneses concretos que recoge el reciente y detallado informe entregado a la Santa Sede, el prelado leonés se contradijo al ser preguntado con detalle. Por un lado, negó tener conocimiento previo y directo de ninguno de ellos. “No ha llegado ninguna comunicación directa a la Diócesis sobre ningún caso”, esgrimió.

Sin embargo, después puntualizó que “en algún caso de algún colegio, los responsables se han enterado con esa comunicación directamente del (informe de) El País, no conocían nada”. Pero en otros ya lo sabían.

“Lo prioritario son las víctimas”

Más en concreto, en los episodios que pudieron suceder entre los años 1955 y 1965 en el antiguo Hospicio u Orfanato de León, que estuvo en el edificio San Cayetano, y que señalan a cinco religiosos diferentes. Al respecto de ellos, el obispo tuvo que admitir que “la Orden de los Amigonianos (terciarios capuchinos, que lo regentaban) tienen información recopilada, ellos ya conocían esos casos y estaban tratándolos conforme a todos los protocolos”. Es decir, que en realidad “en el Hospicio no ha sido ninguna novedad, ya trataban esos casos”.

Luis Ángel de las Heras insistió en que lo importante es “que se pueda poner en conocimiento cualquier caso que haya y se pueda después actuar”, porque, concluyó, “para nosotros lo prioritario son las víctimas, siempre lo he dicho y así tenemos conciencia en la Diócesis”.

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