La minería del carbón afronta el fin de las subvenciones pendiente de la descarbonización energética
Uno de los axiomas favoritos de los últimos años en torno a la minería del carbón en León, y en España, es que es obligatorio el cierre de las minas a 31 de diciembre de 2018. O al menos así se puede entender de las declaraciones públicas de políticos, sindicatos y empresarios, o a las interpretaciones que de ello hacemos los medios de comunicación.
La realidad es que la minería del carbón puede sobrevivir perfectamente más allá del 2018, pero con unos significativos cambios de condicionantes. La Comisión Europea ha explicado a ILEÓN que “Según las normas de la UE, los Estados miembros pueden determinar su propia combinación energética. Por lo tanto, en el marco legislativo actual, no es posible adoptar medidas de la UE que obliguen a los Estados miembros a eliminar progresivamente el carbón”. Esto significa ques que una mina puede funcionar en 2019 y los años que vengan, pero cumpliendo el nuevo marco.
Y ese entorno sectorial, emanado de la Decisión 2010/787/UE, supone que ninguna mina puede seguir funcionando a 1 de enero de 2019 si no es competitiva o ha recibido fondos para su cierre “irrevocable”. En España este documento se traspuso en el documento del Plan de la Minería firmado en diciembre de 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy, los sindicatos y la patronal minera para el periodo 2013-2018. En abril de 2016 la Unión Europea dio luz verde al Plan de Cierre de la buena parte del sector minero, siguiendo la decisión europea del 2010.
Europa aprobó eliminar la subvenciones a la minería ya que “La política de la Unión de fomento de las fuentes de energía renovables y de una economía sostenible y segura de baja producción de carbono no justifican el apoyo indefinido a las minas de carbón no competitivas”. Al ser ilegales las ayudas de Estado en toda la UE se llevó a cabo un plan de transición de permitirlas hasta el cierre de las mineras deficitarias, pero nada se dijo de la actividad minera propiamente dicha. Por lo que respecta a las minas de carbón competitivas y rentables, la legislación de la UE no limita actualmente su funcionamiento“, señala la representacion de la Comisión Europea en España”.
El Marco del Plan del Carbón 2013-2026 contemplaba el cierre de 26 unidades productivas, buena parte de ellas en la provincia de León. Todas ellas deberán finiquitar su explotación el 31 de diciembre de este año, aunque en realidad ya están casi todas sin actividad. Solo aquellas que puedan demostrar haber entrado en beneficios y puedan devolver las ayudas recibidas podrían seguir abiertas.
Los sindicatos han planteado en las actuales negociaciones con el Ministerio para la Transición Ecológica que se imponga un calendario flexible para la devolución de las ayudas para la minería competitiva, cuyas empresas podrán entonces alargar su explotación manteniendo en mínimo el sector.
Cumplimiento de la nueva Directiva de Energías Renovables
La Unión Europea se encuentra en la fase final de aprobació de un nuevo marco energético, que apuesta por la descarbonización de la economía (reducir emisiones CO2) y con el objetivo principal de que en 2030 el 32 ç% de la energía de la UE proceda de fuentes renovables.
Pero este texto “no” implica el fin de la minería tampoco, al menos desde el punto de vista legal, aclaran desde la Comisión Europea a preguntas de ILEÓN. Pero España sí tendrá que cumplir con los mínimos previstos en cuanto a reducción de emisiones y a potenciación de las energías renovables.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado que España apoyará que la Unión Europa se comprometa en la próxima Cumbre del Clima (COP24) –que se celebra en diciembre en Katowice (Polonia)- a revisar al alza su compromiso en 2020 y que incluyan planes de acción concretos que demuestren la credibilidad de los compromisos. Y ese plan de acción si puede influir en el sector carbonífero, responsable de buena parte de las emisiones, y por lo tanto ver limitada su actividad.
Desde el punto de vista legal la continuidad o no de las empresas de la minería del carbón más allá del 1 de enero de 2019 depende en primer término de los empresarios que deseen mantenerla, bien abriendo nuevas explotaciones que no hayan sido subvencionadas o devolviendo el dinero por las que quieran mantener abiertas. En segundo por la política de emisiones del Gobierno de turno, que afectará al sector del carbón de forma inexorable. Pero será esa política energética local la que defina el futuro del sector, si es que todavía tiene.