Lidl derriba su nuevo supermercado en Trobajo por un error de construcción
Los vecinos de la zona de la glorieta de Trobajo del Camino que da paso al puente y la pasarela que superan las vías de ferrocarril advertían a primeros de año que en las obras del nuevo Lidl pasaba algo. “Dicen que lo van a tener que tirar”, explicaban. Y tenían razón, porque durante el último mes la dirección de obra ha tenido que derribar el edificio que comenzaron a ejecutar hace medio año.
Al parecer, un fallo que se produjo entre finales de 2017 y principios de 2018 a la hora de colocar un panel constructivo, que provocó que golpeara la estructura al soltarse una cincha de la grúa que lo estaba situando en su lugar, mantuvo paralizadas las obras desde entonces. También corrían rumores entre los vecinos cercanos de que la cimentación se había realizado de forma poco 'eficiente', aunque este digital no ha podido confirmar tamaña aseveración.
Al final se consideró que el fallo estructural detectado sólo tenía la solución del derribo de todo lo ejecutado para construir el edificio de nuevo desde cero, como se pueden ver en las fotografías tomadas hace dos semanas por ILEÓN.
Así, la reapertura del supermercado insignia de la compañía alemana en León, que fue demolido el pasado verano para iniciar una compleja excavación y montaje de los cimientos por la dificultad del terreno, se retrasará mucho más allá de lo previsto por esta causa de fuerza mayor.
Un presupuesto, inicial, de dos millones de euros
Ya a finales de julio de 2017, este digital informó de que la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo había dado luz verde al inicio de las obras del nuevo supermercado Lidl en el número 1 de la calle Antonio Vázquez Fernández de Trobajo del Camino.
Los trabajos suponían la demolición de la anterior superficie comercial para construir el nuevo edificio que ha tenido que ser derribado en esta parcela del denominado Sector A-1 de 5.800 metros cuadrados paralela a la Avenida Párroco Pablo Díez.
El presupuesto inicial de las obras era de unos 2 millones de euros, para que la compañía alemana pudiera contar en el emplazamiento con un edificio de dos plantas con aparcamiento interior, aparte del exterior con el que contaba la anterior nave industrial.
El fallo en el montaje de la estructura ha sido lo suficientemente grave para que las medidas de seguridad aconsejaran el derribo y el reinicio de las obras, sin que se sepa aún cuánto supondrá el sobrecoste, si la empresa constructora se hará cargo del mismo y en qué fecha se podrá abrir el nuevo centro comercial planteado por Lidl para sustituir al anterior.
