La Junta reutiliza un viejo contrato con el exconcejal de Urbanismo del PP en León para rediseñar los minipisos de alquiler
La Junta de Castilla y León ha echado mano de un oportuno contrato menor firmado hace ya dos años con el exconcejal de Urbanismo del Partido Popular en el Ayuntamiento de León, Cecilio Vallejo, para resolver los problemas técnicos a los que achaca el cambio de diseño y de autoría del futuro proyecto de construcción de 100 minipisos destinados a alquiler para jóvenes en León capital, en el barrio de La Palomera, muy cerca del campus Universitario de la ciudad.
Así lo aseguran fuentes oficiales de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, que preside el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, a raíz de la polémica surgida la semana pasada al trascender que Cecilio Vallejo haya recibido de manera directa el encargo final para esta construcción tras rechazarse el original proyecto del arquitecto vallisoletano Óscar Miguel Ares. Ares es el vigente Premio de Arquitectura de Castilla y León, que otorga la propia Junta en colaboración con los colegios oficiales de arquitectos de la autonomía y había resultado ganador hace menos de un año del concurso para ese diseño, un proceso con 13 propuestas y con un presupuesto de 388.704 euros.
La Junta admite ahora que se ha dado marcha atrás, y aplicado “la resolución del contrato” a causa de la “inviabilidad del proyecto”. Ese cambio de parecer lo atribuye a cuestiones técnicas sobrevenidas con posterioridad a la designación del original proyecto Ares como el elegido, una especie de pequeña ciudad universitaria sostenible para convivencia y coworking.
En concreto, aseguran que después de su designación, en mayo de este año 2024, se solicitó “la ampliación del Estudio Geotécnico con la posible implantación definitiva del edificio”, concluyéndose que sólo entonces y no antes que, teniendo que cimentarse toda la parcela disponible en La Palomera, junto al todavía malogrado nuevo Conservatorio de Música, era necesario “un gran volumen de movimiento de tierras” y “la ejecución de una losa de hormigón armado bajo toda la extensa edificación” futura. Ambas cosas arrojaron un cálculo de “incremento del coste” estimado en principio.
“Con estos resultados extraídos de los estudios geotécnicos y analizando la situación, junto con el arquitecto redactor”, matizan para evitar suspicacias, “este incremento en las mediciones y solución técnica a adoptar, motivados por la extensa cimentación de la tipología propuesta, hace inviable económicamente la ejecución de las obras dentro del contexto económico asociado a esta promoción”. Y es que el nuevo coste calculado “excedía ampliamente el importe máximo para la ejecución de las obras respecto al estudio económico previo considerado” por Somacyl.
La decisión final fue “la resolución del contrato por inviabilidad del proyecto” de Ares, en condiciones de compensación que las mismas fuentes no especifican. El problema para la Junta, que considera tajante que “no hay una pérdida económica” a pesar del cambio, es que existía el riesgo cierto de perder esta inversión para vivienda en León, que ahora se ha licitado en 12 millones de euros, y cuyo coste está cubierto “aproximadamente al 38% por fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de los fondos Next Generation de la Unión Europea.
Siguiendo la explicación oficial de la Consejería, fue cuando para evitar esa pérdida económica se decisión 'echar mano' de un viejo contrato formalizado con Vallejo, y para lo que llaman literalmente “un proyecto antiguo” encargado de Cecilio Vallejo que contaba ya “con licencia urbanística concedida por el Ayuntamiento de León. Ese contrato menor de servicio data del 9 de febrero de 2022, hace ya casi dos años y medio. Descartan por tanto que se haya improvisado un contrato nuevo y 'a dedo' a quien fuera el artífice de cierta transformación de la ciudad bajo el mandato de Mario Amilivia.
Sin embargo, llama la atención que si bien la elección inicial por concurso del proyecto del arquitecto Óscar Miguel Ares fuera en noviembre de 2023, la solución alternativa diseñada en su lugar por Cecilio Vallejo obtuviera licencia urbanística del Ayuntamiento de León para el mismo emplazamiento el 28 de febrero de 2023, según la respuesta oficial de Somacyl.
Al contrario de lo que iba a ocurrir en primer término, que el estudio de arquitectura elegido asumiría la dirección de obra de la futura edificación, tal y como se informó en aquel momento, ahora la Consejería recuerda que en la actualidad se ha licitado “la redacción del proyecto de ejecución y la ejecución de las obras” al unísono, de modo que “será la empresa (que resulte) adjudicataria quien realice ese trabajo”. Y ahora la dirección de obra “se realizará por personal propio de Somacyl”, es decir, se encargará la propia empresa pública, la 'Junta en B' cuyo presupuesto y protagonismo no ha dejado de crecer en detrimento del protagonismo de la propia administración pública.
Y ese proyecto final de ejecución para el bloque de las cien viviendas para alquiler preferentemente joven en el solar que forma el triángulo entre la calle Santa María Josefa, el futuro Conservatorio de Música que la propia Junta tiene a medio construir y paralizado y el Centro de Salud del barrio de La Palomera, “tomará como base el proyecto redactado por el arquitecto Cecilio Vallejo”.
