La Junta niega al Consejo de Europa y defiende que sí protege el leonés, el gallego y el euskera en Castilla y León
El Gobierno autonómico de Castilla y León, ahora formado sólo por el Partido Popular (PP), está cumpliendo de manera suficiente con las políticas de protección, promoción e impulso de las lenguas minoritarias dentro de su territorio, en referencia a la situación del leonés, del gallego y del euskera en la Comunidad.
Así al menos lo valora el portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández-Carriedo, en respuesta a un nuevo informe del comité de expertos de la Carta Europea de las lenguas regionales o minoritarias del Consejo de Europa, que esta misma semana daba a conocer la crítica situación que este organismo europeo considera que sufren estos tres idiomas en Castilla y León, criticando además que no se le hayan entregado datos del uso sobre el euskera. Por ese motivo, el Consejo de Europa emplazaba a las autoridades autonómicas, así como a las estatales, a facilitar esos datos de cara a próximos informes.
Sin embargo, la Junta discrepa de esta negativa percepción del alto organismo europeo. Carriedo recordó, para defender la actuación del Gobierno autonómico, que en primer término “hemos elevado al más alto rango normativo de la Comunidad los derechos de estas lenguas”, algo que a su juicio se manifiesta en el hecho de que “expresamente está recogida su referencia en el Estatuto de Autonomía de Castilla y León” en vigor.
Pero además, preguntado por si consideran que era necesario un mayor esfuerzo, recordó en la rueda de prensa del Consejo de Gobierno que “todos los años venimos colaborando con una aportación económica a la Universidad de León, en el caso del llionés”. Igualmente, aunque de manera más genérica, añadió que las “vías de comunicación con la comunidad de Galicia en las áreas de mayor influencia de habla gallega”, en este caso sobre todo en la comarca de El Bierzo en la provincia de León, “y también la posibilidad de esas zonas de más influencia del euskera”.